Chicas en tecnología: revertir una tendencia inequitativa

En el Día Internacional de las Niñas en las Tecnologías de la Información y la Comunicación, las disparidades globales de género en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas atraviesan todo el ciclo escolar

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 (Imagen ilustrativa Infobae)
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En Argentina, solo el 34% de las inscripciones a titulaciones universitarias en las áreas de tecnología son de mujeres. Y observamos una tendencia que parece profundizar el fenómeno.

Según relevamientos de Chicas en Tecnología, en las titulaciones de programación entre los años 2010 y 2014, se inscribió 1 mujer cada 5 varones.

Esta situación empeoró en 2015, donde ingresó sólo 1 mujer cada 6 varones. En su último informe del año 2022, “Una Carrera Desigual”, esta proporción de 2015 se repitió y se consolidó.

La desigualdad precede a la educación superior. Un informe de la Universidad Tecnológica Nacional de noviembre de 2023, establece que en la Ciudad de Buenos Aires 1 de cada 2 padres/madres creen que los varones tienen más habilidad para el uso de la tecnología, aunque niños y niñas se entretienen con ella por igual.

También, 9 de cada 10 niñas de entre 6 y 8 años asocian a la Ingeniería con las afinidades y destrezas masculinas. Solo el 0.5% de las jóvenes de 15 años aspira a continuar sus trayectorias en estas áreas según estimaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Otro dato desalentador de la UNESCO muestra que a nivel global el 43% de las jóvenes menores de 17 años no conoce mujeres que trabajen en tecnología.

Y la desigualdad también sigue. La participación de mujeres en el mundo de la educación tiene su correlato en el mundo del trabajo. Según cifras de Linkedin relevadas por World Economic Forum en 2023, en el sector tech la representación de mujeres no alcanza el 30% del total.

Crecer en los esfuerzos para abordar esta disparidad es cada vez más relevante, dado el crecimiento continuo de la influencia de las disciplinas STEM en el mundo. Tenemos una gran oportunidad para fortalecer nuestro compromiso conjunto, especialmente desde el ámbito educativo, que desempeña un papel crucial en la promoción del interés de las niñas en las áreas STEM desde una edad temprana.

Continuemos fortaleciendo alianzas que promuevan vocaciones y desafíen los estereotipos de género arraigados en nuestra cultura.