Volcán de Fuego: reporte de su actividad y alerta de riesgo este día

Ante la actividad eruptiva del volcán de Fuego y los Colosos de Pacaya y Santiaguito, el Sistema de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) mantiene supervisión continua para comunicar a la ciudadanía sobre cualquier variación en las medidas de resguardo ante una posible crisis.

Este jueves 9 el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (INSIVUMEH) ha dado a conocer el más reciente boletín vulcanológico en el que expone la situación de estos tres importantes volcanes de Guatemala.

Actividad: Las estaciones sísmicas y cámaras de INSIVUMEH muestran explosiones débiles, moderadas y algunas fuertes, que ocurren a un ritmo de 1 a 4 por hora, elevando columnas de gas y ceniza a alturas de entre 4500 y 4800 msnm (14,763 a 15,748 pies), las cuales se desplazan hacia el suroeste, sur y oeste transportando la ceniza hasta 30 kilómetros de distancia y más. Las explosiones han producido avalanchas débiles y moderadas en el contorno del cráter hacia las barrancas Ceniza, Trinidad y Seca, que por la noche producen pulsos incandescentes de 100 y 200 metros. Esta actividad está acompañada de retumbos débiles y moderados y ondas de choque que producen vibración en los techos de las comunidades cercanas al volcán.  También se reportan sonidos débiles similares a locomotora de tren por 1 minuto. Por la dirección del viento se puede producir caída débil de ceniza fina sobre Morelia, Panimaché I e II, El Porvenir, Santa Sofía, Los Yucales, La Rochela, San Andrés Osuna y Ceilán, llegando hasta Santa Lucía Cotzumalguapa, entre otras.

Actividad: El Observatorio reporta desgasificación sobre el cráter Mackenney, la cual alcanza hasta 150 metros de altura, 600 m de longitud y se desplaza en dirección norte y noroeste Las estaciones sísmicas de INSIVUMEH muestran actividad leve de movimiento de material dentro del volcán, desprendimiento de rocas y/o desgasificación. Durante la noche no se observó incandescencia y tampoco se reportaron sonidos de explosiones o retumbos.

Actividad: El Observatorio reporta actividad en el domo Caliente, con columnas de desgasificación moderada y abundante de forma continua en direcciones oeste y suroeste. Se contabilizaron de 2 a 6 explosiones por hora, las cuales se acompañan de avalanchas moderadas que producen incandescencia continua sobre el domo y acumulamiento de material caliente hacia el flanco suroeste. Las explosiones moderadas y fuertes elevan columnas de vapor de agua y ceniza a alturas de hasta 3900 msnm (13,000 pies) y provocan el descenso de flujos piroclásticos de corto alcance que se extienden por todos los flancos. El desprendimiento de bloques de roca desde la cúpula del domo y los bordes del flujo de lava continúan de forma ocasional generando avalanchas débiles y/o fuertes que pueden ser audibles a varios kilómetros del volcán. La actividad se mantiene en un nivel elevado por lo que se mantiene la posibilidad de que con las explosiones o bien por efecto de la gravedad, parte del material acumulado colapse y se generen flujos piroclásticos de largo alcance hacia el Suroeste, Sur, Sureste y Este.

Debido a su localización en el Cinturón de Fuego del Pacífico, los volcanes cubren gran parte de la geografía del país, lo que lo convierte en una de las áreas con mayor densidad de estas formaciones rocosas.

Aunque en Guatemala se han determinado al menos 324 estructuras de origen volcánico, el Instituto Geográfico Nacional (IGN) distingue únicamente 32 volcanes, mientras que la Federación Nacional de Andinismo dice que son 37. Los 287 restantes son denominados por el INSIVUMEH como “focos eruptivos”.

Sin embargo, independientemente de las discrepancias, hoy en día son tres los volcanes que se encuentran activos y que son objeto de vigilancia de las autoridades guatemaltecas: el volcán de Fuego, de Pacaya y de Santiaguito.

Ubicado entre los departamentos de Sacatepéquez, Escuintla y Chimaltenango, el de Fuego es el estratovolcán más activo de América Central y uno de los que tiene mayor relevancia a nivel mundial.

Con más de 3763 metros sobre el nivel del mar, este volcán ha registrado a lo largo de su historia diversas erupciones violentas, como la de 1932, cuando cubrió con ceniza a la ciudad de Antigua Guatemala y algunas partes de Honduras y El Salvador; la de 1974 cuando sus flujos piroclásticos arruinaron parte de la vegetación de los alrededores y escondió parcialmente las comunidades de San Pedro Yepocapa y Acatenango.

El 3 de junio de 2018 tuvo su mayor erupción en lo que va del nuevo milenio, con columnas de ceniza que alcanzaron los 10 mil metros de altura sobre el nivel del mar. Esta actividad dejó 300 personas muertas, 200 no localizadas y 600 heridos; así como dos millones de residentes damnificados.

El reporte de su última actividad fuerte fue el pasado 12 de diciembre de 2022, cuando el volcán entró en erupción dejando columnas de ceniza de 500 metros de altura y generando un flujo de lava de 800 metros, con caída de ceniza en comunidades de 45 kilómetros a la redonda.