Qué es el desgarro del labrum de la cadera, cuáles son los síntomas y cómo se cura

En muchos casos este malestar no causa signos, ni síntomas, sin embargo, algunas personas puede sufrir dolor y demás molestias

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Este malestar llega a ser muy doloroso en quien presenta síntomas (Shutterstock)
Este malestar llega a ser muy doloroso en quien presenta síntomas (Shutterstock)

Un desgarro del labrum de la cadera ocurre cuando se rasga el tejido cartilaginoso ubicado en la parte de afuera del acetábulo articular de la cadera, el cual sujeta la cabeza del fémur y sirve de amortiguador articula, según explica la organización sin fines de lucro y especializado en salud, Mayo Clinic.

Este malestar afecta al anillo de cartílago que se encuentra en el borde exterior del acetábulo de la articulación de la cadera. Además de amortiguar la articulación de la cadera, el labrum actúa como un sello o junta de goma que ayuda a sujetar bien la cabeza del fémur dentro del acetábulo de la cadera.

Los atletas que participan en deportes como hockey sobre hielo, fútbol, fútbol americano, golf y ballet corren un mayor riesgo de desarrollar desgarros del rodete acetabular.

De acuerdo con Mayo Clinic, los problemas estructurales de la cadera también pueden producir un desgarro del rodete acetabular.

Síntomas

Muchos desgarros del labrum de la cadera no causan signos ni síntomas. Sin embargo, algunas personas tienen uno o más de los siguientes:

  • Dolor en la cadera o la ingle, que suele empeorar si la persona pasa mucho tiempo de pie, sentada, caminando o haciendo una actividad atlética
  • Sensación de que la articulación de la cadera se traba o produce un chasquido o crujido
  • Rigidez o amplitud de movimiento limitada en la articulación de la cadera

Cuándo consultar al médico

Busca atención médica si los síntomas empeoran o no mejoran en un período de seis semanas.

Diagnóstico

El proveedor de atención médica registrará tus molestias en tus antecedentes médicos. El examen físico probablemente consistirá en que muevas la pierna, especialmente la articulación de la cadera, en varias posiciones para comprobar si hay dolor y evaluar la amplitud de movimiento de la cadera. Además, el médico podría pedirte que camines.

El desgarro del labrum de la cadera no suele suceder por sí solo. En la mayoría de los casos, otras estructuras dentro de la articulación de la cadera también tienen lesiones. Las radiografías son una excelente forma de visualizar los huesos. A través de ellas se pueden detectar artritis y problemas estructurales.

El dolor en la cadera puede ser causado por problemas dentro de la articulación o fuera de ella. Tu proveedor de atención médica podría sugerir inyectar un anestésico en el espacio articular. Si esto alivia el dolor, es probable que el problema se encuentre dentro de la articulación de la cadera.

Tratamiento

El tratamiento puede ir desde una serie de medicamentos hasta cirugía (Imagen Ilustrativa Infobae)
El tratamiento puede ir desde una serie de medicamentos hasta cirugía (Imagen Ilustrativa Infobae)

El tratamiento depende de la gravedad de los síntomas. Algunas personas se recuperan en pocas semanas con tratamientos conservadores que incluyen descansar y hacer actividades modificadas; otras necesitan una cirugía artroscópica para reparar la porción desgarrada del labrum.

Medicamentos

Los fármacos antiinflamatorios no esteroideos, como el ibuprofeno (Advil, Motrin IB, otros) y el naproxeno sódico (Aleve), pueden aliviar el dolor y reducir la inflamación. También es posible controlar temporalmente el dolor con una inyección de corticoesteroides en la articulación.

Terapia

Un fisioterapeuta puede enseñarte ejercicios para aumentar la amplitud de movimiento de la cadera y desarrollar la fuerza y la estabilidad de la cadera y el torso. Los terapeutas también pueden enseñarte a evitar los movimientos que ejercen presión sobre la articulación de la cadera.

Cirugía y otros procedimientos

Si los tratamientos conservadores no alivian tus síntomas, tu proveedor de atención médica podría recomendar una cirugía artroscópica, en la que se inserta una cámara de fibra óptica e instrumentos quirúrgicos a través de pequeñas incisiones en la piel.

De acuerdo con la causa y la extensión del desgarro, el cirujano podría extirpar el trozo de labrum desgarrado o reparar el tejido desgarrado cosiéndolo de nuevo.

Las complicaciones de la cirugía pueden incluir infección, sangrado, lesión nerviosa y síntomas recurrentes si la reparación no se cura adecuadamente. Por lo general, debes esperar de 3 a 6 meses para volver a hacer deporte.