La chica trans que soñaba con ser estrella de TikTok y su violento final que la convirtió en símbolo

Nikki Kuhnhausen había empezado a tener visibilidad en las redes sociales. Cómo fue su último año antes de morir estrangulada en junio de 2019. Su adicción a las drogas y su proyecto de convertirse en maquilladora de Nicky Minaj. La ley que se promulgó en el estado de Washington tras su caso

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Desde muy chica, toda la familia trató a Nikki como una nena trans
Desde muy chica, toda la familia trató a Nikki como una nena trans

Nikki Kuhnhausen tenía toda la vida por delante. A la chica trans de 17 años le gustaba subir videos a TikTok. En los clips de pocos segundos bailaba o contaba algo de su intimidad desde su cuarto de Vancouver, una ciudad del estado de Washington. Generalmente en las imágenes aparecía a cara lavada. Nikki soñaba con ser maquilladora. Su objetivo era, algún día, trabajar para Nicki Minaj. Solía imitar las poses de su cantante favorita mientras posteaba un nuevo video en su cuenta.

Desde muy chica, toda la familia trató a Nikki como una nena trans. La llamaban Nikki por su amor a la cantante. Así, en los clips la chica hacía mímica sobre las canciones de Minaj mientras bailaba.

Los sueños de Nikki

Nikki comenzó a cambiar públicamente en sexto grado. En ese momento fue aceptada por toda la comunidad educativa. Sus habilidades de maquillaje eran solicitadas por el equipo de porristas de su escuela. Un año antes de ser asesinada, recibió seis disparos en un incidente relacionado con las drogas. Milagrosamente, las seis heridas no alcanzaron sus órganos vitales ni sus arterias principales.

Esos últimos 12 meses, la vida de Nikki hasta su trágico final venía en caída libre. Se había hecho adicta a la metanfetamina y había comenzado a prostituirse para conseguir dinero. Su madre la hecho de su casa y la relación con su papá no era la mejor. Casi no se hablaban. En ese marco de vulnerabilidad llegaría el encuentro con el asesino.

Nikki comenzó a cambiar públicamente en sexto grado. En ese momento fue aceptada por toda la comunidad educativa
Nikki comenzó a cambiar públicamente en sexto grado. En ese momento fue aceptada por toda la comunidad educativa

Ya en la adolescencia, la chica usaba las redes para conocer hombres y concertar citas, como muchas jóvenes de esa edad. Allí, en una charla con un desconocido que luego se convirtió en un encuentro empezó el calvario de Nikki. Desde el momento en que desapareció en junio de 2019, su mamá temió lo peor. “Sabía que algo malo había sucedido –dijo Lisa Woods, tiempo después-. Hablábamos a diario, pero ese día mi hija no me respondía. Imaginé que estaba secuestrada o algo peor. Cuando las chicas trans desaparecen, generalmente las encuentran muertas”.

La imagen del whatsapp de Nikki con una sola tilde todavía aparece en forma muy clara en la mente de la madre de la víctima. “Are you OK? (¿estás bien?)”, escribió la madre. Quedó con un sola marca. Nikki nunca llegó a leer esos mensajes.

Pasaron los días y la angustia de Lisa crecía. La buscaba junto a sus amigas por los lugares que solía frecuentar Nikki. Le preguntaba a sus conocidos de las redes y nadie sabía nada. Mientras tanto, la policía inició su propia investigación en búsqueda de la joven. Seis meses después, se iban a cumplir las predicciones de la madre. El cuerpo de Nikki fue hallado por un excursionista en una zona montañosa de las afueras de la ciudad. El cuerpo fue encontrado cerca de un cargador de teléfono enredado, con cabello de peluca entrelazado en él. Los peritos concluyeron que esa era el arma homicida.

El asesino de la chica trans fue condenado a 19 años de prisión
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El dolor de la madre

A pesar de la tragedia, Woods se sintió aliviada cuando se encontraron los restos de su hija. “Tantas historias de terror de asesinatos sin resolver y personas trans desaparecidas en todo el país. Yo recé para traer a mi bebé a casa. Y Dios lo hizo”, explicó la mujer en una entrevista con CBS News de Estados Unidos.

Casi al mismo tiempo que encontraron el cuerpo de Nikki, la policía detuvo a David Bogdanov. Los datos recuperados de los registros de las torres de telefonía celular ubicaron su aparato en la montaña en la que fue hallada la joven trans. En una de las primeras entrevistas, le dijo a la policía que se había reunido con Nikki esa noche.

A Bogdanov lo fueron a buscar a su casa en las afueras de Vancouver. Vivía en un tráiler, en una zona de bosques helados y poco ruido. Su casilla de chapa estaba junto a otras decenas de viviendas similares. Formaba una pequeña ciudad de trabajadores y personas de bajo recursos que no podían acceder a una vivienda en el centro de la ciudad.

Ya en la adolescencia, la chica usaba las redes para conocer hombres y concertar citas, como muchas jóvenes de esa edad
Ya en la adolescencia, la chica usaba las redes para conocer hombres y concertar citas, como muchas jóvenes de esa edad

El hombre no se sorprendió al ver llegar a la policía. La sirena que escuchó a lo lejos nunca lo alarmó. Entonces, tocaron su débil puerta de metal y los oficiales entraron al tráiler desordenado. Apenas vio a los oficiales, el hombre corrió algo de ropa que había sobre la cama y se disculpó por los platos sucios y las latas de cerveza que rodaban por el piso. Tras las primeras preguntas, Bogdanov admitió un encuentro con Nikki la noche que desapareció. El joven confesó que se sintió “disgustado” cuando se dio cuenta que era una chica trans. Sin embargo, su relato indicaba que la había abandonado en la ruta.

En su juicio en agosto de 2021, Bogdanov subió al estrado en su propia defensa. En ese momento, reveló que descubrió que Nikki era transgénero durante un encuentro sexual en su auto y la empujó afuera del coche, mientras decía que era “repugnante”. Como resultado, dijo, Nikki lo atacó. En ese momento, ante el juez se desdijo y confesó que la mató pero como una forma de defenderse. Las contradicciones empezaban a debilitar su testimonio ante el jurado.

Qué pasó la noche del horror

Bogdanov, de 25 años, concertó una cita con Kuhnhausen, tras conocerse por snapchat. Según reconstruyó la policía, el hombre tuvo varias conversaciones privadas con Nikki. Ninguna de esas charlas pudieron hacer dudar a la joven. La noche del crimen, los amigos de Nikki la esperaban en una reunión en la que hacían una previa antes de ir a bailar. La chica estuvo un rato con ellos y tomó algunas cervezas. En algún momento de la noche la joven habló con su victimario para concertar el encuentro.

La evidencia analizada por los médicos forenses indica que Kuhnhausen murió estrangulada. Por otra parte no hallaron signos de violencia sexual en el cuerpo de la chica.

Bogdanov, de 25 años, concertó una cita con Kuhnhausen, tras conocerse por snapchat
Bogdanov, de 25 años, concertó una cita con Kuhnhausen, tras conocerse por snapchat

Los detectives entrevistaron a los amigos de Nikki. Los jóvenes confirmaron que la chica había se había quedado, quienes les dijeron que había estado en contacto con un “hombre ruso mayor” a través de snapchat. Esa noche, contaron los amigos, la adolescente regresó durante la madrugada con una campera de hombre y una botella de vodka. Se fue poco tiempo después y les dijo a sus amigos que se reuniría nuevamente con el hombre ruso.

Durante el proceso judicial, la policía logró abrir el celular de Bogdannov. Allí se reveló una historia muy diferente al relato del acusado, Los peritos hallaron llamadas a una tienda de videos para adultos alrededor de las 4 de la madrugada, seguidas de numerosas llamadas a una prostituta.

Antes de su desaparición, la adolescente transgénero ganó un notable seguimiento en las redes sociales, especialmente entre la comunidad LGBTQ+. Muchos de sus seguidores movilizaron a la policía y ofrecieron sus propias teorías sobre lo sucedido. Algunas de sus sospechas resultaron ser ciertas.

Según un informe de CBS , el altercado ocurrió justo después de que Bogdanov descubriera que era transgénero. Le dijo a la policía que estaba “sorprendido al descubrir eso. Y simplemente incómodo y muy, muy perturbado”.

 La Ley Nikki  prohibe el argumento del “panico a lo trans” como una estrategia legal válida de defensa, una estrategia que el asesino de la chica intentó emplear en su juicio
La Ley Nikki prohibe el argumento del “panico a lo trans” como una estrategia legal válida de defensa, una estrategia que el asesino de la chica intentó emplear en su juicio

La vida de Nikki en un escenario

Bogdanov fue declarado culpable de asesinato y crimen de odio. El juez lo condenó a la pena de 19 años de prisión. En tanto, Nikki se convertía en un símbolo de las luchas contra los transfemicidios.

El crimen de Kuhnhausen inspiró una norma que realmente apoya los derechos de las personas trans. La Ley Nikki prohibe el argumento del “panico a lo trans” como una estrategia legal válida de defensa, una estrategia que el asesino de la chica intentó emplear en su juicio.

Su vida fue tomada por la artista Mikki Gillette para denunciar la discriminación hacia esa comunidad. Así, la artista ingresa en el mundo de Nikki poco conocido por la prensa que cubrió su asesinato. Allí, Mikki descubre la adicción de la chica a la metanfetamina, miembros de la familia que van y vienen de la cárcel y falta de una casa fija. Nikki también realizaba regularmente trabajo sexual para obtener ingresos. Gillette cree que estos componentes de la existencia de Nikki quedaron fuera de la narrativa antes de que el caso fuera a juicio con la esperanza de presentar una historia más simple con la que el público pudiera conectarse.

La acción de la obra se centra en el último año de la vida de Nikki, cuando le pidieron que abandonara la casa de su madre debido a su adicción a la metanfetamina, su relación a menudo tensa con su hermano y su padre, y sus interacciones con los clientes de su trabajo sexual. Termina con su muerte. El crimen de una chica vulnerable que en algún punto sólo perseguía el sueño de convertirse en una maquilladora famosa.