Estados Unidos limita el uso de disolventes para quitar pintura tras decenas de muertes

La Agencia de Protección Ambiental toma acción definitiva contra el cloruro de metileno, salvaguardando la salud de trabajadores y ciudadanos

Compartir
Compartir articulo
La EPA restringe severamente el uso de cloruro de metileno debido a sus riesgos para la salud (Imagen Ilustrativa Infobae)
La EPA restringe severamente el uso de cloruro de metileno debido a sus riesgos para la salud (Imagen Ilustrativa Infobae)

La Agencia de Protección Ambiental (EPA) de Estados Unidos ha implementado medidas restrictivas severas contra el uso del cloruro de metileno, una sustancia química ampliamente utilizada en la renovación de muebles y bañeras, que se vincula con graves impactos negativos en la salud, incluida la muerte. Tras años de observar las consecuencias del manejo de este químico, que incluyen desde neurotoxicidad hasta diversos tipos de cáncer, la EPA ha decidido limitar su uso a escenarios estrictamente controlados, dejando fuera a los consumidores de sus aplicaciones y restringiendo la mayor parte de sus usos industriales y comerciales.

“La exposición al cloruro de metileno ha devastado a familias en todo el país durante demasiado tiempo”, expresó Michael S. Regan, administrador de la EPA, resaltando la urgencia de esta nueva normativa. Los productos que contienen cloruro de metileno serán retirados del alcance de los consumidores, y solo ciertos usos considerados críticos para la economía y la seguridad nacional, como la manufactura de refrigerantes que no contribuyen al cambio climático y componentes para vehículos eléctricos, seguirán permitidos.

Esta medida se alza como una respuesta no solo a los riesgos de salud ya conocidos, sino también como parte de un esfuerzo continuo por parte de la agencia por evaluar y mitigar los peligros asociados con sustancias químicas potencialmente letales. Según palabras de Michal Freedhoff, administrador asistente de la Oficina de Seguridad Química y Prevención de la Contaminación de la EPA, la regla garantizará la protección de los trabajadores en los pocos casos industriales donde su uso aún será permitido.

Solo aplicaciones críticas mantendrán el uso permitido de cloruro de metileno. (Archivo Infobae)
Solo aplicaciones críticas mantendrán el uso permitido de cloruro de metileno. (Archivo Infobae)

La investigación de CBS News hace unos seis años fue un detonante clave para este cambio, motivando a grandes minoristas como Home Depot, Lowe’s y Sherwin-Williams a retirar voluntariamente los productos con cloruro de metileno de sus estantes antes de concluir el 2018. Desde 1980, se ha informado de al menos 88 muertes por exposición aguda a esta sustancia, poniendo en relieve los peligros que representa, inclusive para profesionales equipados con el equipo de protección personal adecuado.

A pesar de los claros riesgos para la salud identificados por la EPA, la industria química mantiene una postura crítica frente a las nuevas restricciones. El Consejo Estadounidense de Química, una de las principales voces de la industria, ha argumentado que la EPA está exagerando los peligros asociados con el cloruro de metileno y sostiene que las medidas de seguridad existentes son suficientes para mitigar los riesgos. Sin embargo, la decisión de la EPA resalta la priorización de la salud pública y el bienestar sobre los intereses comerciales.

Este movimiento regulatorio de la EPA sigue a otras acciones significativas, como la propuesta del año pasado para prohibir el cloruro de metileno, y la reciente limitación de los “químicos permanentes” en el agua potable. Estas decisiones reflejan un enfoque creciente en la evaluación y mitigación de riesgos ambientales y para la salud pública, apuntando hacia una tendencia de mayor regulación de sustancias potencialmente peligrosas en los Estados Unidos.

La medida ha sido bien recibida por grupos defensores de la salud y el medio ambiente, viendo en esta acción un paso positivo hacia la protección de la salud de los trabajadores y la población en general. Mientras tanto, la industria química y los sectores afectados por la restricción se preparan para adaptarse a un nuevo marco regulador que podría remodelar significativamente cómo y dónde se puede utilizar el cloruro de metileno, marcando el fin de su uso desregulado en múltiples aplicaciones comerciales y de consumo.