Qué hacer frente a un huracán

Se acerca la temporada de huracanes del Atlántico con una actividad significativa. Según el pronóstico inicial de la Universidad Estatal de Colorado (CSU), conocida por su precisión en las predicciones, se prevé que este año vuelva a superar el promedio en cuanto a la actividad ciclónica.

El informe, entregado por el experto en meteorología Phil Klotzbach durante la Conferencia Nacional sobre Clima Tropical, anticipa la formación de 23 tormentas con nombre. Se estima que 11 de estas tormentas podrían intensificarse y convertirse en huracanes, de los cuales cinco podrían alcanzar la categoría de huracanes importantes, es decir, de categoría 3 o superior.

Con esta información detrás, en desastres naturales como un huracán, estar preparado puede hacer la diferencia entre salvaguardar la integridad física y sufrir consecuencias graves.

Ante la inminencia de un huracán y de tormentas, el civismo y la anticipación se tornan herramientas vitales. A continuación, se presenta una guía que delineará acciones cruciales a tomar en las distintas fases de un evento de esta magnitud, según recomendaciones del Centro de Investigación de Huracanes Internacional de la Universidad Internacional de Florida (FIU).

En la fase previa, la vigilancia constante de los reportes meteorológicos es fundamental. Es vital llevar a cabo una serie de acciones preventivas:

• Podar árboles próximos a cables eléctricos o que representen una amenaza.
• Asegurar vidrios mediante cinta adhesiva dispuesta en forma de cruz.
• Afirmar objetos susceptibles de ser arrastrados por el viento, como antenas o tinacos.
• Efectuar una limpieza minuciosa de azoteas y desagües para evitar inundaciones.
• Identificar un refugio cercano y diseñar una ruta de acceso rápido.
• Acopiar víveres y artículos de emergencia, lo que incluye la protección de documentos importantes.

Una vez que el huracán alcance la zona residencial, se debe hacer lo siguiente:

• Resguardarse en el hogar o en un refugio temporal hasta que las autoridades indiquen que el peligro ha pasado.
• Evitar la proximidad a ventanas para prevenir posibles lesiones.
• Preservar la calma y mantenerse informado a través de medios fidedignos.

Posterior al paso del huracán, es necesario:

• Continuar en el refugio hasta que las autoridades señalen que es seguro salir.
• Verificar que no existan fugas de gas, electricidad o agua antes de reconectar los servicios.
• Reportar daños en la vivienda a las autoridades pertinentes y trasladarse a un refugio si es necesario.
• Ejercer precaución en zonas propensas a deslaves y garantizar la higiene de alimentos y agua.
• Eliminar el agua estancada para prevenir la proliferación de mosquitos.

Protección Civil subraya que las construcciones pueden sufrir graves daños al enfrentarse a las fuerzas intensas generadas por los vientos huracanados, afectando principalmente techos ligeros y ventanales. Es prudente adoptar medidas preventivas:

• Asegurar objetos que puedan ser proyectados por el viento.
• Salvaguardar animales y equipos de trabajo en un lugar seguro.
• Retirar elementos sueltos y colgantes que puedan convertirse en proyectiles.
• Limpiar zonas exteriores y asegurar una reserva de agua no contaminada.
• Evitar permanecer cerca de las ventanas durante la presencia del huracán.

En caso de optar por permanecer en casa, se debe mantener la calma, seguir las instrucciones de las autoridades y estar preparado con artículos de emergencia para garantizar la seguridad personal y de los demás.

Este protocolo pretende servir como un recurso informativo esencial en momentos de crisis para ayudar a la población a enfrentar huracanes con un mayor grado de seguridad y preparación.

• Vive en una casa móvil. Estas casas no son seguras cuando se presentan vientos fuertes, no importa cuan bien atadas estén al suelo.
• Vive en la costa, en una isla, cerca de la costa, cerca de un río o de un área llana inundable.
• Vive en lo alto de un edificio. Los vientos de huracán son más fuertes a mayor altura.

Si se le requiere evacuar, debe hacerlo lo más pronto posible. A menos que viva en un área costera o baja, un área que experimenta inundaciones frecuentes, o en viviendas prefabricadas, no es probable que le requieran evacuar. Aunque así fuera, es importante que usted y su familia tengan un plan que les haga sentir lo más seguro posible en su hogar.