La adopción de la inteligencia artificial (IA) en diversas industrias ha generado un impacto significativo tanto en la eficiencia operativa como en la seguridad laboral. Sin embargo, existe una polarización entre aquellos sectores que la han abrazado y los que se resisten a su implementación.
Según un análisis de la firma consultora McKinsey & Co., aunque la mayoría de las industrias han experimentado al menos un intento de utilizar tecnología de IA, las empresas de tecnología, medios de comunicación y telecomunicaciones son las que más frecuentemente han integrado la IA tanto en el trabajo como fuera de él. En contraste, las compañías de energía y materiales han mostrado la mayor resistencia a la adopción regular de IA, mientras que el sector de bienes de consumo y retail ha sido el menos propenso a intentar siquiera un uso único de esta tecnología.
Aunque parece paradójico, este panorama contrasta con el sector tecnológico que, a pesar de los avances, ha experimentado recortes significativos, como en Google, por ejemplo, que despidió a cientos de empleados de sus equipos de ventas y publicidad en enero de 2024, como parte de múltiples rondas de medidas de reducción de costos, mientras que la economía estadounidense añadió más de 353.000 puestos de trabajo en el mismo periodo de tiempo.
Los retos de la seguridad laboral
Reema Khan, fundadora y CEO de Green Sands Equity, una sociedad de inversión en San Francisco, California, explicó en entrevista con FOX News que, aunque existe temores hay algunos sectores que no verán empeñada su seguridad laboral, porque, aunque “en la actualidad, la IA es excelente para ayudar en tareas computacionales o rutinarias todo lo que requiera interacción humana o intuición sigue siendo un ámbito de especialización para el trabajo sin IA”, afirmó Khan.
Al respecto, la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos, por su parte, ha apuntado que, mientras algunos sectores intensivos en mano de obra, como la minería y la tala, han sufrido pérdidas de empleo, áreas como la educación y la salud experimentaron un crecimiento en contrataciones a corte de febrero de 2024.
La adopción de esta tecnología ha tenido un impacto notable en aplicaciones de consumo, donde los asistentes de voz son tan comunes como los relojes, y tecnologías como filtros de spam y reconocimiento facial avanzan a pasos agigantados. Esta tendencia hacia la automatización y la inteligencia artificial plantea un futuro en el que la diferenciación humana en tareas que requieren interacción directa y la intuición será aún más valiosa.
Ed Watal, líder de opinión en IA e inversor tecnológico, mantiene una visión optimista sobre la adopción general de la IA en las industrias, subrayando la creciente conciencia entre los directivos sobre “los beneficios potenciales y los riesgos de no ser un adoptante temprano” de nuevas tecnologías.
Watal recomienda un enfoque de tres pasos para que las empresas exploren el potencial de la IA: empezar aprendiendo los conceptos básicos y términos relacionados con la IA, proceder con el descubrimiento de herramientas personales de productividad basadas en esta tecnología, y finalmente, identificar los casos de uso principales dentro de su sector.
La integración de este desarrollo tecnológico se ve facilitada en aquellas industrias con procesos de negocio consistentes, como en cadenas de suministro donde los proveedores no cambian con frecuencia. Esta coherencia permite una mayor eficiencia y adaptabilidad al incorporar soluciones de IA en procesos ya establecidos.