El pueblo construido sobre una roca que tiene un castillo y es uno de los más bonitos de España

Un buen destino para conocer la arquitectura popular andaluza heredera de la tradición musulmana y bereber

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Arcos de la Frontera, Cádiz (Shutterstock)
Arcos de la Frontera, Cádiz (Shutterstock)

Entre la campiña jerezana y la serranía, se encuentra el municipio más poblado y extenso de la comarca de la Sierra de Cádiz, considerado además uno de los más bonitos de España. Hablamos de Arcos de la Frontera, una localidad que forma parte de los Pueblos Blancos de Cádiz, el camino que recorre un conjunto de aldeas de sierra preciosas con un paisaje de postal.

Este lugar nos ofrece unas vistas sin igual. Arcos de la Frontera se erige sobre una Peña y está seccionada por un espectacular tajo que desciende hacia el río. La localidad, declarada Monumento Histórico-Artístico como apunta la web de Andalucía, brinda unas vistas panorámicas espléndidas.

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Un enclave decisivo entre musulmanes y cristianos

Arcos de la Frontera cuenta con una privilegiada ubicación, por ello ha sido un escenario desde el que poder contemplar la evolución de las civilizaciones que han ido pasando a lo largo de los años por la Península Ibérica.

Arcos, inicialmente conocida como Medina Ar-kosch por los musulmanes, jugó un papel crucial como fortaleza en el reino taifa y posteriormente, en el siglo XIII, se convirtió en un enclave decisivo en la frontera entre los dominios musulmanes y cristianos.

En 1250 la ciudad experimentó un cambio significativo, al estar bajo el dominio de Fernando III, quien rebautizó a la localidad con su nombre actual, aunque mantuvo a sus habitantes musulmanes. Su expulsión definitiva llegó en 1264 con el reinado de Alfonso X, después de que estos se rebelaran contra el mando cristiano.

En el siglo XVIII, la ciudad mostró su lealtad a Felipe V en la Guerra de Sucesión, quien reconoció su fidelidad al otorgarle títulos nobiliarios. Además, Arcos se distinguió por su resistencia contra las fuerzas invasoras durante la Guerra de la Independencia, enfrentando la ocupación francesa entre los años 1810 y 1812.

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Una densa historia que podemos ir conociendo poco a poco al recorrer las estrechas y empinadas calles que conforman su casco urbano, declarado Monumento Histórico-Artístico en 1962.

Castillo Ducal

El Castillo Ducal de Arcos de la Frontera (Shutterstock)
El Castillo Ducal de Arcos de la Frontera (Shutterstock)

El Castillo Ducal es uno de los edificios más importantes de Arcos de la Frontera, según señala la web Guía de Cádiz. En el periodo musulmán fue un alcázar militar, aunque ya poco queda del monumento que alguna vez fue, ya que, el edificio que se erige en la actualidad responde a las reformas que se realizaron en los siglos XIV y XV. Aunque sí que conserva de ese primitivo alcázar un gran arco de herradura en la entrada del Poniente y un lienzo en el Suroeste.

La mala noticia es que hoy en día es una residencia privada cerrada al público que abre solamente cuatro o cinco días al año.

Plaza del Cabildo

En el corazón de su centro histórico encontramos la Plaza del Cabildo, rodeada por tres de sus lados de importantes edificios como son la Basílica de Santa María de la Asunción, el Ayuntamiento, el Castillo Ducal y el Parador de Turismo. En el cuarto lado está situado el Balcón de la Peña Nueva, un mirador sobre una roca situado a casi 100 metros de altura desde el que poder atisbar el serpenteante río Guadalete y la Campiña Jerezana.

Basílica de Santa María de la Asunción

Declarada Monumento Nacional en 1931, se erigió sobre los restos de una mezquita árabe y en la actualidad es el templo más importante y antiguo de la localidad. Durante varios siglos esta basílica ha sido víctima de grandes reformas, por ello presenta una mezcla variopinta de estilos. Mientras que su interior es gótico y alberga un Retablo Mayor de 1585, en el exterior se puede apreciar una combinación de elementos renacentistas y barrocos. La torre del campanario es de estilo neoclásico.

Una Semana Santa de Interés Turístico Nacional

Su Semana Santa está declarada de Interés Turístico Nacional por la calidad de sus imágenes, tradiciones y por el propio entorno urbano y monumental por donde transcurren sus procesiones. Se ha convertido así, en todo un referente nacional. Lo más típico son “Los Armaos”, los caballeros que acompañan a los pasos.

Cómo llegar

Arcos de la Frontera está situada a 65 kilómetros de Cádiz y a 116 kilómetros de Sevilla. La forma más rápida de llegar es en coche circulando por la E-5, aunque hay varias líneas de autobús diarias que salen de estas capitales.

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