‘Víctima imperfecta’, la película en la que la reparación prima a la justicia: “Puedes haber sido acosada y convertirte en el peor verdugo”

La ópera prima de la cineasta belga Delphine Girard aborda temáticas como el abuso sexual desde una ruptura de convencionalismos en relación al comportamiento que se espera de una persona que ha sido agredida

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La cineasta Delphine Girard (Maurine Toussaint)
La cineasta Delphine Girard (Maurine Toussaint)

“La justicia tiene cierta dificultad a la hora de escuchar historias que no vienen de un recorrido esperado”, afirma. “Me interesaba hacer una película que observara las líneas íntimas de los personajes que están embaucados en la trama”, apostilla. Delphine Girard (Quebec, 1990) ha conformado una ópera prima excelsa en la que una mujer que ha sido violada se salta las casillas a marcar, o pisar, para validar su rol como mujer agredida. En Víctima imperfecta, que se estrena el 17 de mayo tras presentarse en la pasada edición del Festival de San Sebastián (y tras alzarse con el Premio del Público en el Festival de Venecia), los convencionalismos se quedan fuera de la sala de proyección.

El primer largometraje de la cineasta belga está basado en el corto Une soeur (A Sister), que estuvo nominado al Oscar en 2020. La suya es una narración de grises, de situaciones que llevan al público a cuestionarse la polaridad que suele ejercerse en casos como el de su protagonista, Aly (Selma Alaoui, también presente en Une soeur). Una noche de aparente tranquilidad en la que conoce a Dary (Guillaume Duhesme) muta en un trauma a reparar. Ella, sin embargo, prefiere hacer su propio duelo, que consiste básicamente en no completar las pruebas médicas o las declaraciones requeridas para que su denuncia sea tramitada.

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Las “sutilezas” de los personajes son uno de los puntos clave de la cinta, pues ni el agresor es un hombre deleznable en todas las esferas que componen su vida, ni la agredida es una mujer que quiera ahondar en su proceso para recibir una compensación judicial que vindique su condición. “Las historias son mucho más complejas, la víctima perfecta no existe”, dice a Infobae España, haciendo alusión al título de una obra francófona que marca el paso de una nueva generación de cineastas jóvenes que buscan expandir la mirada femenina en torno a la temática de la agresión sexual.

La escena que abre el filme es una llamada de Aly, que va en el coche de Dary tras haber sido violada, al 112. Casi un cuarto de hora de tensión en el que la protagonista pretende estar hablando con su hermana con tal de disimular mientras pide ayuda al servicio telefónico de urgencias. “Es verdadera, la había escuchado de casualidad en una grabación en Estados Unidos”, afirma sobre la conversación entre la mujer y la operadora. “Se oía a una chica que estaba fingiendo llamar a su hermana y me impresionó su valentía”, explica Girard. La directora se pregunta si, de haber caído en manos de otro trabajador, la historia hubiese sido distinta. “Me emocionó la conexión entre ambas mujeres”, apostilla.

Selma Alaoui, en una escena de 'Víctima imperfecta'
Selma Alaoui, en una escena de 'Víctima imperfecta'

“La vida nos lleva a lugares incómodos”

Delphine Girard considera que países como Francia han tardado más tiempo en procesar, como sociedad, las implicaciones de la explosión del Me Too, de ahí que una nueva hornada de directoras francófonas estén presentando películas relacionadas con el acoso, la violación o la agresión sexual (como en el caso de Nora El Hourch con HLM Pussy). “Ha tardado en llegar a ese nivel”, dice sobre el compromiso con las víctimas dentro y fuera de la pantalla en su lengua. Bélgica, su país, ha financiado su película con partidas públicas, una situación que no se ha dado con el país galo. “Es difícil encontrar financiación para todo tipo de cine y hay muchísima competición, no he querido preguntarme si es por ese tema o no”, explica.

Uno de los puntos más interesantes de Víctima imperfecta es la construcción de sus personajes y cómo sus decisiones llevan al espectador a cuestionarse los preceptos que dictan su pensamiento. “Como seres humanos queremos que las cosas sean de una forma determinada, pero la vida nos lleva a lugares incómodos para pensar”, afirma. “Siempre nos exigen posicionarnos de un lado o de otro”, algo que le “fastidia”, pues no tiene “nada que ver” con la vida. “Puedes haber sido víctima y después convertirte en el peor verdugo”, sentencia.

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Dary (Guillaume Duhesme) en una escena de 'Víctima imperfecta' (Helena Margarit Cortadellas)
Dary (Guillaume Duhesme) en una escena de 'Víctima imperfecta' (Helena Margarit Cortadellas)

Víctima imperfecta presenta la ambigüedad a la que tan poco acostumbrada está la audiencia y que ha llevado a Anatomía de una caída a ser una de las películas más notorias del último año. Girard menciona la obra de Justine Triet para enfatizar al personaje que interpreta Sandra Hüller, una protagonista “con todas sus imperfecciones” y una mujer que va más allá de la etiqueta de “madre coraje” o de “inocente”.

Pese a las alabanzas que la directora ganadora de la última Palma de Oro ha recibido a la hora de construir a sus personajes, Girard no cree que sea algo que sólo puede brotar de una pluma femenina. “También he encontrado a cineastas masculinos que han hecho retratos maravillosos de mujeres, creo que no es cuestión de género, sino de observación y de empatía”, dice.

“Existen herramientas del cine americano que me gustan mucho, porque se trabaja con el espectáculo, mientras que en Europa destaca la profundidad de las ideas”

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Pese a que el cine europeo parece haberse erigido como el nuevo pilar creativo del que ha de beber la industria de Hollywood, Girard considera que no que hay desechar el uno por el otro, más bien hacer una mezcolanza entre ambas ideologías: “Existen herramientas del cine americano que me gustan mucho, porque se trabaja con el espectáculo, mientras que en Europa destaca la profundidad de las ideas”, un cóctel de conceptos que mutan en “el mejor matrimonio posible”.

La cineasta Delphine Girard (Maurine Toussaint)
La cineasta Delphine Girard (Maurine Toussaint)