Una joven española que vive en Corea del Sur explica cómo tratan a los extranjeros: “Fue muy chocante, pero en el buen sentido”

La mujer que lleva más de un mes en el país explica la influencia del ‘Beauty privilege’ en los coreanos

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La experiencia de Aida, una joven española que se ha aventurado a vivir en Corea del Sur refleja las complejidades y las sorpresas de adaptarse a una cultura distinta a la propia. En un reciente video de TikTok, Aida comparte sus reflexiones y experiencias sobre la vida como extranjera en este país asiático, ofreciendo una perspectiva iluminadora y honesta sobre su corta, pero intensa, estancia.

“¿Cómo es vivir como extranjera en Corea del Sur? Esto me lo habéis preguntado varias veces, así que creo que es el momento de hacer este vídeo,” inicia Aida. “Pero antes de empezar yo quiero mencionar que llevo aquí viviendo solo un poquito más de un mes y estuve otro mes el verano pasado, con lo cual quizás no es el suficiente tiempo como para poder tener una muestra real o haber vivido experiencias que otros creadores han vivido que viven aquí más tiempo”, admite.

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“En general, mi experiencia ha sido muy positiva, yo no he experimentado ningún tipo de racismo, xenofobia hacia mi persona, igual que tampoco me he sentido ni fuera de lugar en ningún sitio que haya visitado”, cuenta, y aclara que en muchas ocasiones ha escuchado opiniones que aseguran que es un país con mucha xenofobia.

“Nunca me han puesto mala cara”

La importancia de pequeños gestos de amabilidad y reciprocidad cultural se hace evidente a través de sus anécdotas. “De hecho, es una de las cosas con las que no estoy muy de acuerdo con la serie que ha salido ahora de EXO Kitty, porque yo cuando he preguntado a alguien por la calle algo siempre me han contestado. Nunca me han puesto mala cara y mucho menos me han hecho así”.

@aidavert Os cuento mi experiencia viviendo como extranjera en Corea del Sur! Repito, mi experiencia!! Todas son validas aunque sean diferentes 🫶🏻 #aidavert #creadoradecontenido #coreadelsur #서울 #southkorea🇰🇷 ♬ original sound - aïda 💕

Aida también narra una experiencia conmovedora que destaca la hospitalidad coreana: “De hecho, cuando estuve aquí con mis padres hubieron varios señores que nos pararon en el metro, señores mayores a hablar con nosotros, a preguntarnos sobre nuestra vida, de dónde veníamos supersimpáticos una vez estábamos perdidos y yo la verdad es que incluso con el never Maps no sabía qué dirección teníamos que coger en el metro y vino el señor a posta a ayudarnos porque nos vio como muy desubicados.”

Sin embargo, no todo se centra en la interacción con los locales. Aida comenta sobre la dificultad de conectar con otros extranjeros, lo que abre un diálogo sobre la cohesión dentro de las comunidades expatriadas: “Y en cuanto a los amigos, he tenido a más personas extranjeras, especialmente españolas eh? Es superdifícil quedar con ellas o que directamente no contestan o que te dejan en leído. Coreanas que haya conocido aquí, que he intentado ser su amiga y quedar con ellas y no ha habido casi ningún problema”.

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Activistas animalistas en Seúl durante la aprobación de la ley que prohíbe el comercio de carne de perro en Corea del Sur. EFE/EPA/JEON HEON-KYUN

Beauty privilege

Su análisis se extiende a la vida nocturna en el popular distrito de Gangnam, donde aborda la cuestión del “beauty privilege”: “Pero algo mencionar en este tema en los clubs de Gangnam es que sí que me he dado cuenta que existen muchísimo Beauty privilege y mucho estándar del Beauty cream Beauty.” Aida es consciente de cómo su apariencia física se alinea con ciertos estándares estéticos locales, lo que podría influir en su experiencia social: “Soy muy consciente de que quizás mi aspecto es más similar al estándar de ‘beauty’ que tienen aquí en Corea, porque soy una persona blanca, con los ojos marrones y con el pelo castaño, con la cara bastante pequeña y en general me considero una persona delgada.”

Aunque ha disfrutado de un trato mayoritariamente amable, Aida no niega las pequeñas fricciones o malentendidos culturales, como un incidente en el metro que la dejó perpleja: “Ha sido una vez en el metro, que estaba sentada en uno de los asientos del metro y una señora como que se me sentó al lado, pero nada más me miró, como que se levantó y se fue a sentarse en el asiento de enfrente.”