Manuel y Francisco, los dos pastores evangélicos que rezan cada jueves en la Asamblea por Ayuso y por todos los diputados, “incluidos los de Más Madrid”

Dos dirigentes del Consejo Evangélico de Madrid llevan seis años acudiendo al Parlamento madrileño para orar por sus señorías. El primero que les invitó fue Podemos. Hay unos 250.000 fieles de esta confesión religiosa en la región

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Isabel Díaz Ayuso y uno de los pastores evangélicos, Manuel Cerezo, que acude cada jueves a los Plenos de la Asamblea de Madrid.
Isabel Díaz Ayuso y uno de los pastores evangélicos, Manuel Cerezo, que acude cada jueves a los Plenos de la Asamblea de Madrid.

- “Perdonen. ¿Son ustedes diputados?”

- “No, somos pastores”.

- “¿Pastores?”

- “Sí, pastores evangélicos”.

Esta conversación se produce el pasado martes 30 de abril en los pasillos de la Asamblea de Madrid, el Parlamento regional, cuando el periodista que firma esta información ve a dos señores con traje y corbata, a los que no conoce, saludar efusivamente a un diputado del PP. Están satisfechos. Francisco Sánchez y Manuel Cerezo, así se llaman, acaban de terminar una conversación educada con el consejero de Presidencia y portavoz del Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso para quejarse de que el Consejo Evangélico de Madrid no ha sido invitado a la recepción que se celebrará dos días después, el 2 de mayo, fiesta de la Comunidad de Madrid. “Todo arreglado”, les transmite poco después el consejero.

¿Qué hacen Francisco y Manuel en el Pleno de la Asamblea? “Pues rezar, orar por todos los diputados, por todos, los del PP, VOX, PSOE e incluso por los de Más Madrid, que aún no han querido recibirnos”, explica Manuel, que es el secretario ejecutivo del Consejo Evangélico, una confesión religiosa que según sus cálculos tiene unos 250.000 fieles en toda la Comunidad de Madrid y 800 centros de culto. Los dos pastores estiman que el 20% de la comunidad latina que reside en la región profesa esta fe.

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- ¿Pero hay diputados evangélicos en la Asamblea?, se les pregunta. Se ríen. Prefieren ser discretos. Pero en ese momento aparece un parlamentario del PP, Gustavo Alaín Eustache Soteldo, y les da un fuerte abrazo. “¿Cómo están amigos?”, les saluda cariñosamente Gustavo, venezolano de nacimiento. “Bueno, aquí hay uno, es el único diputado evangélico”, reconoce Manuel Cerezo. “Pero eso da igual, venimos a rezar por todos y por sus familias. Porque tienen una responsabilidad muy importante”, señalan los dos pastores.

La verdad es que sus plegarias no se notan de momento, si se tiene en cuenta la crispación que se vive en la Asamblea de Madrid cada día que hay Pleno, con un enfrentamiento continuo entre los distintos partidos del arco parlamentario. La fuerte polarización se ha instalado en el debate político, que en lugar de ser más pausado y reposado, abona las sesiones al insulto y a las palabras gruesas. “Bueno, el señor siempre escucha nuestras plegarias”, sentencia Manuel Cerezo. Y eso que ambos reconocen que llevan seis años viniendo al Parlamento.

El pleno de la Asamblea de Madrid. (Ricardo Rubio/Europa Press)
El pleno de la Asamblea de Madrid. (Ricardo Rubio/Europa Press)

“Al principio nos quedábamos fuera, dábamos vueltas alrededor de la Asamblea y rezábamos por los diputados. Pero decidimos empezar a pedir invitaciones. De hecho, el primer grupo que nos invitó fue Podemos, gracias al amable portavoz que había entonces, José Manuel López [ahora alto cargo en el Ministerio de Sanidad]”, afirma uno de los dos pastores. Eso fue en la legislatura de Cristina Cifuentes, antes de que Podemos se rompiera en dos. “Luego nos invitó el PP, el PSOE, y Vox. Y ahora hemos conseguido una acreditación permanente para poder venir a todos los Plenos gracias a la Mesa de la Asamblea”, matizan. Suelen estar una hora, unos 45 minutos rezando y el resto del tiempo saludando y charlando con sus señorías.

- “¿Y Más Madrid nunca les invitó?”

- “No. Pero también rezamos por ellos”

- “¿Y qué rezan?”

- “Una compañera tuya nos sacó hace tiempo un reportaje titulando que rezábamos un Padre Nuestro por sus señorías. Y la Iglesia Evangélica, que desciende de la reforma protestante de Lutero, no utiliza el Padre Nuestro. Digamos que tenemos una oración modelo que se divide en seis aéreas para pedir a Dios. Si queremos vencer una tentación, por ejemplo, oramos por ello; si queremos bendecir unos alimentos, pues usamos otra oración. Recomendamos a todo el mundo que lea en la Biblia el cuarto libro del Nuevo Testamento, Juan Capítulo 17″.

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En ese momento saludan a otro diputado del PP, que ya puestos les pregunta: ¿Qué diferencias hay entre un católico y un evangélico? “Muchas, es muy difícil resumirlo, pero nosotros por ejemplo no tenemos jerarquía eclesiástica, interpretamos la salvación de otra manera y los pastores no tienen celibato, pueden casarse y tener hijos”. Asegura que seguirán viniendo todos los días de Pleno para rezar por todos. “Pero, ¿ustedes solo vienen a rezar o también a captar diputados para su fe?”, se les pregunta. “Solo a rezar”, insisten. Y en cierta medida, para hacer un poco de lobby.

Manuel Cerezo, secretario ejecutivo del Consejo Evangélico de Madrid, con el consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Miguel Ángel García Martín.
Manuel Cerezo, secretario ejecutivo del Consejo Evangélico de Madrid, con el consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Miguel Ángel García Martín.

Un parlamentario del PSOE explica que hace tiempo que se reunieron con ellos para tratar un tema que les preocupaba: que igual que hay capillas católicas para rezar en los hospitales madrileños, también tendría que haber espacios de culto para otras confesiones. “No solo los católicos tienen un acuerdo de cooperación con el Estado, también nosotros y los judíos y los musulmanes. Hay que respetar todas las creencias”, señala Cerezo. ¿Qué les preocupa ahora? “Que la fe evangélica se pueda impartir en los colegios madrileños como asignatura, igual que la tradición cristiana”, aseguran.