La cárcel de Teixeiro, la prisión donde está Alfonso Basterra: módulos mixtos y hogar del capo de la Camorra napolitana

La cárcel de Teixeiro, en Curtis (A Coruña), fue inaugurada en 1998 con el propósito de convertirse en toda una referencia para el resto de prisiones españolas y con la firma voluntad de reinventar la reinserción social en España. Tal era el objetivo que, el día de su apertura, el por entonces alcalde de Curtis, el popular Luis Novo, destacó al asegurar que allí “las víctimas de la debilidad de la carne” podrían reflexionar sobre qué querían para su futuro, como recordó La Voz de Galicia en un artículo sobre los 25 años del centro penitenciario.

Con un coste inicial de 7.853 millones de pesetas de la época, esta instalación de máxima seguridad fue diseñada por el arquitecto Francisco María Martín Carrero y construida en una amplia parcela de 343.000 m². Aunque pensada para albergar a 1.211 personas, actualmente acoge a unos 1.800 reclusos, entre ellos Alfonso Basterra, quien cumple allí su condena por el asesinato de su hija, Asunta, un caso que ha vuelto a despertar el interés de la sociedad a raíz de la serie que Netflix ha hecho sobre el crimen.

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Uno de los hitos de la cárcel de Teixeiro tuvo lugar en 2023, momento en el que fue inaugurado el módulo Nelson Mandela, una unidad pionera en el país en la que conviven, según los últimos datos disponibles, 41 hombres y 12 mujeres, en un proyecto que busca la igualdad de género. Así, con un porcentaje de mujeres que alcanza aproximadamente el 7% de la población carcelaria, el nuevo módulo ha sido un paso significativo hacia la inclusión y el tratamiento equitativo de los reclusos, destacando el compromiso del centro con la reinvención de la experiencia penitenciaria en España.

Sin embargo, no todo es innovación en esta prisión gallega, ya que la misma carece de un módulo para madres desde hace más de 10 años, cuando todas las mujeres con hijos tuvieron que ser trasladas a otros centros repartidos en los más diversos puntos del país, desde Palma de Mallorca a León y de Alicante hasta Tenerife.

Aunque sin duda Basterra es uno de sus inquilinos más famosos, especialmente ahora con el éxito que ha alcanzado la ficción protagonizada por Candela Peña, muchos otros reos de renombre han dormido tras los barrotes de Teixeiro. Uno de ellos fue el capo de la Camorra napolitana Pasquale Locatelli, quien permaneció unos años en este centro después de que la Policía Nacional lo capturara, en mayo de 2010, en el aeropuerto de Barajas. Hasta ese momento, el mafioso italiano había permanecido 19 años prófugo de la justicia. Finalmente, Locatelli fue extraditado a su país en 2015.

También Borde Gaztelumendi, alias Putxe, residió un tiempo en la prisión gallega. A este etarra se le atribuyen múltiples asesinatos a lo largo de los años 80. Entre sus acciones más destacadas, se encuentran el ataque en la autopista Bilbao-Behovia, que resultó en la muerte de dos individuos, y el robo de 8.000 kilos de explosivos en Soto de la Marina, Cantabria.

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Putxe estuvo vinculado al comando Vizcaya, a través del cual llevó a cabo siete atentados en 1981 que provocaron la muerte de tres guardias civiles, dos militares y un policía, además de dejar a once personas heridas. En 1982, sumó entre sus víctimas a cuatro personas en tres bares situados en Sestao, Barakaldo y Algorta, entre ellos un policía y su esposa embarazada. Desde 2023, cumple su condena en la prisión vizcaína de Basauri.