Qué pasa con el reparto de la herencia si la mayoría de herederos está de acuerdo pero uno la obstaculiza

Para que se puedan distribuir los bienes de un fallecido, es necesario que haya dejado su testamento. En el caso de no ser así, la ley decide quienes son sus beneficiarios

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Qué hacer en caso de que algún heredero rechace el reparto de bienes.
Qué hacer en caso de que algún heredero rechace el reparto de bienes.

El fallecimiento de un ser querido desencadena un complejo proceso emocional, complicándose aún más cuando es necesario gestionar la herencia y los trámites asociados en España. La aceptación de la herencia es voluntaria, por lo tanto, puede surgir la situación de que un heredero se oponga a firmar el acuerdo de reparto. Independientemente de las razones de esta disconformidad, si persiste, existen dos mecanismos legales disponibles para los demás implicados para solucionar el conflicto.

Es común que un heredero discrepe con las disposiciones testamentarias del fallecido, ya sea por prudencia en caso de deudas, por disputas familiares u otros motivos. En estas circunstancias, el diálogo se presenta como el primer paso hacia la resolución, buscando un consenso sobre las causas del rechazo para, consecuentemente, llegar a un acuerdo.

Cuando los herederos enfrentan este tipo de rechazo, pueden optar por un acuerdo parcial, firmando el reparto de algunos bienes en consenso, postergando la asignación de aquellos que generan conflicto para un momento posterior. No obstante, si el heredero que disiente continúa rehusando la herencia, las alternativas disponibles son: la solicitud de interpelación notarial o, como último recurso, el proceso judicial.

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¿Es obligatorio que todos los herederos acepten la herencia?

Para que se produzca el reparto de una herencia pueden darse dos situaciones:

  • Que el fallecido haya dejado hecho su testamento antes de morir. Esto significa que ha decidido quiénes son sus herederos.
  • Que el fallecido no haya hecho testamento, por lo que la ley decide quiénes son los herederos.

Pero hay algo común en ambos casos: es obligatorio que todos los herederos declaren su decisión de aceptar o renunciar al reparto. Si no es así, la legislación señala que no es posible llevar a cabo el reparto y, por tanto, las personas involucradas en este trámite disponen de las dos vías señaladas con anterioridad.

Cuando se va a cobrar una herencia, se puede recibir de muchas maneras, incluso en efectivo. Sin embargo, para poder recibir el pago de una herencia en metálico hay que cumplir ciertos requisitos

Qué hacer si un heredero rechaza el reparto de la herencia

En España, la Ley 15/2015 de 2 de julio, sobre la Jurisdicción Voluntaria, ofrece una alternativa para resolver las disputas entre los herederos en caso de que uno de ellos se niegue a firmar la aceptación o renuncia de una herencia. De acuerdo con esta normativa, se puede solicitar una interpelación notarial para desbloquear el proceso. Esta medida puede aplicarse a partir de los 9 días posteriores al fallecimiento del causante.

La interpelación notarial permite solicitar formalmente al heredero reticente que declare si acepta o rechaza la herencia, intentando desatascar la situación para avanzar en la partición de los bienes. Este requerimiento, efectuado en presencia de un notario, busca registrar oficialmente la posición del heredero. De no obtener respuesta en el plazo estipulado, puede interpretarse como una renuncia, facilitando así el proceso de distribución para los demás herederos.

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Si este método no conduce a una solución, la alternativa es recurrir a la justicia. Presentar una demanda de división de herencia permite que sea un juez quien determine cómo se reparten los bienes, respetando la voluntad del difunto y la justa distribución entre los herederos. Este camino tiende a ser más prolongado y costoso, tanto económica como emocionalmente, recomendándose como última instancia después de explorar todas las vías de acuerdo amistoso.

Estos mecanismos legales procuran brindar a los herederos medios para enfrentar desacuerdos en el reparto de herencias, asegurando la observancia de los derechos y deberes de todas las partes involucradas.