La serie que cuenta la otra ‘caza de brujas’ del senador McCarthy: perseguir la homosexualidad

‘Compañeros de ruta’ (SkyShowtime) aborda la relación clandestina entre dos hombres a lo largo del tiempo y está protagonizada por unos excelentes Matt Bomer y Jonathan Bailey, que han sido nominados a los Globos de Oro por sus respectivos trabajos

Compartir
Compartir articulo
Matt Bomer como Hawkins Fuller y Jonathan Bailey como Tim Laughlin en 'Compañeros de viaje'. (Ben Mark Holzberg/Showtime)
Matt Bomer como Hawkins Fuller y Jonathan Bailey como Tim Laughlin en 'Compañeros de viaje'. (Ben Mark Holzberg/Showtime)

En 1993, Ron Nyswaner escribió el guion de Philadelphia, por el que sería nominado al Oscar. La película dirigida por Jonathan Demme y protagonizada por Tom Hanks, se convirtió en un hito por ser la primera producción de Hollywood que abordaba la epidemia de VIH a través de la historia de un hombre que contraía la enfermedad y luchaba para reivindicar sus derechos dentro de un sistema que se encargaba de estigmatizar a los portadores del virus.

Ahora, Nyswaner vuelve a abordar el tema desde una perspectiva histórica: cómo era ser gay en los Estados Unidos a finales de los años cuarenta, cuando se perseguía a aquellas personas que tenían una orientación sexual diferente.

Trailer 'Compañeros de viaje'

Te puede interesar: La película sobre la hipotética última noche de la actriz del ‘destape’ que fue amante del rey emérito

Además, inserta a sus personajes dentro de la esfera del Partido Republicano al que pertenecía el senador McCarthy, estableciendo un paralelismo entre la ‘caza de brujas’ anticomunista y la persecución de la homosexualidad que también llevó a cabo.

Este afilado mecanismo narrativo es el que sustenta Compañeros de viaje (Fellow Travelers) miniserie de 8 episodios que nos adentra en ese espacio social y político en el que había que ocultar la identidad para no ser perseguido y en el que había que llevar una doble vida para guardar las apariencias de cara a la galería.

Te puede interesar: ‘Los Farad’, protagonizada por Miguel Herrán: tráfico de armas y lujo chabacano en la Marbella de los 80

Amor y sexo prohibidos

Matt Bomer y Jonathan Bailey en una de las muchas escenas tórridas que contiene 'Compañeros de viaje'
Matt Bomer y Jonathan Bailey en una de las muchas escenas tórridas que contiene 'Compañeros de viaje'

La serie se desarrolla en dos tiempos. Conoceremos a Hawkins Fuller (Matt Bomer) en su edad madura, cuando está a punto de cumplir su sueño de ser destinado a Italia como diplomático junto a su mujer, Lucy (Allison Williams) y su hija. Pero durante la celebración recibirá la visita de Marcus (Jelani Alladin), periodista al que conoció cuando ambos tenían que esconder su homosexualidad, que le traerá la noticia de que su antiguo amante, Tim Laughli (Jonathan Bailey) está a punto de fallecer a causa del SIDA.

Ese punto de partida servirá para trasladarnos al pasado, a la época en la que Hawkins empezaba su carrera dentro del departamento de Estado, mientras que ocultaba sus escarceos con hombres, y al momento en el que conoció a Tim, un joven tímido católico, con que terminará estableciendo una relación más allá de lo físico, que se convertirá en una preciosa historia de amor prohibido.

Te puede interesar: La segunda temporada de ‘Todos Mienten’ aterriza en Movistar Plus+: más drama, más comedia y más secretos

La serie está basada en Los lavanda, escrita por Thomas Mallon (que hace referencia a la persecución lila, como se llamó a la cacería anti homosexual) y constituye un estupendo ejercicio de traslación, poniendo el foco en las diferentes etapas y el cambio que se va produciendo dentro de la sociedad norteamericana a través de esta pareja de amantes que representa todos los retos a los que tuvieron que enfrentarse aquellos hombres (y también mujeres) que eran condenados por la sociedad por su identidad sexual.

Especial atención a la forma en la que están plasmadas las escenas de sexo, en la que los dos magníficos protagonistas, Matt Bomer y Jonathan Bailey, desatan su pasión a través de una representación fogosa y, al mismo tiempo elegante, que pone de manifiesto cómo poco a poco las barreras van rompiéndose dentro del mainstream a la hora de situar en el foco en el colectivo LGTBIQ+, tanto a la hora de contar su pasado y su presente.