Reservas para dormir en la habitación en la que Sancho asesinó a Arrieta van en aumento en Tailandia

La importancia que los medios le han dado al caso en el país asiático, ha hecho que las personas tengan más interés por el lugar en el que se registró el crimen

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La condena que recibirá el español se conocerá en la última semana de agosto - crédito RedesSociaes/AdrianFoncillas
La condena que recibirá el español se conocerá en la última semana de agosto - crédito RedesSociaes/AdrianFoncillas

El asesinato del cirujano colombiano Edwin Arrieta a manos del español Daniel Sancho se ha convertido en un caso que ha generado gran revuelo en los países de origen de los involucrados, pero también en Tailandia, ya que el crimen se registró en la nación asiática, en donde una de las condenas ante este tipo de crímenes es la pena de muerte.

En agosto se cumplirá un año del asesinato de Arrieta y ese mes se conocerá la condena que recibirá el español, que se declaró culpable de haber desmembrado el cuerpo del cirujano e intentar desaparecer las partes, pero aseguró que su muerte fue un accidente que se registró durante una discusión que terminó con Arrieta golpeándose con el lavamanos del baño.

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Cabe recordar que Sancho fue el que se acercó a las autoridades para informar que no encontraba a Edwin Arrieta, con el que compartía una habitación en el complejo Haad Salad Villa, en la isla de Koh Phangan (Tailandia), pero luego de ser interrogado por los oficiales confesó haber asesinado al colombiano.

Durante el proceso de acusación en contra del español, se reveló un video de la reconstrucción de los hechos, en la que Sancho explicó cómo desmembró el cuerpo de Edwin Arrieta y los métodos que utilizó para no dejar evidencias en su contra.

“Esto estaba lleno de mucha sangre. En poco tiempo todo estaba lleno de sangre. Yo no me quedé aquí. Creo que le volví a golpear, una y otra vez. Abrí la ducha y encendí el agua para que se llevara toda la sangre porque había mucho. Puse el agua caliente a tope para que la sangre no coagulase y pegase”, indicó Sancho a los oficiales.

Daniel Sancho reveló detalles del crimen - crédito Redes Sociales

Con el cierre del caso, la habitación en la que se registró el crimen volvió a ser abierta al público y con ello han aumentado las reservas con personas interesadas en hospedarse en el mismo lugar en el que fue desmembrado el cirujano colombiano.

De acuerdo con El Mundo, las reservas en el complejo Haad Salad Villa valen normalmente entre 15 y 70 euros, pero hospedarse en la habitación en la que se registró el crimen cuesta hasta 250 en estos momentos, lo que en moneda colombiana supera el millón de pesos.

Dentro de los detalles de la habitación, con esa se ofrece un antejardín, balcón privado, wifi gratis y la oportunidad de tener una cafetera y una tetera, electrodoméstico con el que se especula que Sancho calentó parte del agua con la que disipó las muestras de sangre.

El juicio en contra del confeso asesino terminó el 2 de mayo - crédito Montaje Infobae
El juicio en contra del confeso asesino terminó el 2 de mayo - crédito Montaje Infobae

Luego de que se registró el crimen, esta habitación estuvo cerrada para que se llevaran a cabo los procedimientos judiciales y luego de que estos terminaron se registró una ceremonia de purificación, en la que un monje budista roció agua bendita y bendijo la puerta con el objetivo de sacar las energías del sitio.

“Nos explicaba una vecina de la zona, que es una de las propietarias de los establecimientos turísticos, que había sido una iniciativa que partió de ella, que es una persona de creencias budistas, como la mayoría de habitantes de la isla, y creían que era la mejor manera de apartar esos malos espíritus de una casa en la que ha sucedido tan escabroso suceso”, afirmó la periodista María Álvarez de Telecinco sobre el ritual religioso.

En estos momentos, tras la terminación del juicio, las autoridades en Tailandia insisten en que Sancho deberá ser juzgado por un crimen premeditado, por su parte, la defensa del español ha asegurado que esperan que la condena no supere los 12 años debido a que la fiscalía no presentó una prueba contundente que confirme que el asesinato no fue accidental.