Por medio de su abogado, Raúl Cadena, el empresario Carlos Mattos negó cualquier relación con el asesinato de tres líderes indígenas arahuacos identificados como Ángel María Torres, Luis Napoleón Torres y Antonio Hugues Chaparro, ocurrido en 1990, luego de que fueran señalados de ser los responsables del secuestro de José Eduardo Mattos.
Su pronunciamiento es la respuesta a las declaraciones del exparamilitar José del Carmen Gelvez, conocido como El canoso, ante la Jurisdicción Especial de Paz (JEP), en las que afirmó estar convencido de que el empresario habría tenido que ver con la orden ejecutada por paramilitares del departamento del Cesar, porque los había acusado en reuniones que tuvieron.
Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Facebook.
“Yo fui a una reunión a la oficina de él (Carlos Mattos) y lo que se le veía era que tenía mucho odio contra la guerrilla de las Farc y contra el pueblo indígena por haber estado en el proceso del secuestro de su hermano”, aseguró el exparamilitar en audiencia pública ante el tribunal de justicia transicional.
Así mismo, expresó que la vocación del empresario ― que está pagando una condena por sobornar a un juez en el caso Hyundai ― es la de un bandido. “¿Si hoy me pregunta si él tuvo que ver en eso? Sí, él tuvo que ver porque no hay de otra manera. Los paramilitares no tenían razones para asesinar a los señores indígenas por razones propias del paramilitarismo”, expresó El Canoso.
Pero el abogado de Mattos asegura que su defendido nunca estuvo en tales reuniones y nunca se conoció con Alfonso Macías Vargas, Adán Rojas, jefe de ‘Los Rojas’ o con el propio exparamilitar Gelvez, y que no tenía una oficina en Valledupar, pues para la época de los hechos descritos estaba adelantando estudios de pregrado en Estados Unidos.
“No es cierto que nuestro representado conociera o participara en las reuniones y con las personas que allí se mencionan. Es absolutamente falso que la hermana del señor Mattos Barrero hubiera sido víctima de secuestro”, expresó el abogado de Mattos.
De tal manera que la defensa del empresario aseguró que emprenderá acciones legales en contra de El Canoso, por falso testimonio y otros delitos, así como también en contra de la organización criminal que está detrás de la punible y execrable campaña de hostigamiento mediático de la que ha sido víctima (Carlos Mattos)”.
En su testimonio ante la JEP, Gelvez relató que en las cercanías a la Sierra Nevada había complicidad entre la Fuerza Pública, empresarios y paramilitares. Aseguró que funcionarios del Estado proporcionaban informes de inteligencia en los cuales clasificaban a numerosas víctimas como aliadas de la guerrilla simplemente porque eran miembros de partidos como la Unión Patriótica (UP) y las Juventudes Comunistas.
“Yo tuve conocimiento de que la familia de Mattos dio dinero para la conformación del primer grupo de autodefensas que se creó en el Cesar y del cual nosotros teníamos la base en la finca Betaña”, relató El Canoso.
En enero pasado, la Fiscalía precluyó una investigación en contra de Mattos que lo vinculaba con la supuesta financiación de paramilitares y la participación en la masacre de Codazzi, Cesar, (su lugar de nacimiento) en septiembre de 1996.
José del Carmen Gélvez Albarracín, exjefe político del bloque paramilitar Resistencia Tayrona de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), ha hecho varias declaraciones en contra del expresidente y exsenador Álvaro Uribe y su familia de tener nexos con grupos paramilitares, lo cual ha sido categóricamente negados por el exmandatario.
Su captura se produjo el 23 de septiembre de 2009, pero había evitado su extradición a Estados Unidos durante más de una década. Las autoridades sostenían que su retención en el país era crucial por su colaboración con la justicia, proporcionando información vital para esclarecer los crímenes cometidos durante el conflicto y contribuir al proceso de reparación a las víctimas.