Temblor en Colombia hoy, sábado 27 de abril de 2024: últimos sismos registrados por el Servicio Geológico Colombiano

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De acuerdo con el Servicio Geológico Colombiano, el sismo del 31 de enero de 1906, localizado en el océano Pacífico frente a las costas de Esmeraldas, Ecuador y Tumaco, Colombia, con magnitud de momento (Mw) estimada en 8.8 grados, es el mayor evento con registro instrumental y que afectó el territorio colombiano.

Pero en 1970 hubo una serie de tres fuertes temblores que ocurrieron en Bahía Solano el 26 de septiembre. El sismo alarmó a los habitantes de la población quienes salieron asustados a las calles. Se presentaron daños como el agrietamiento de varios edificios, el colapso de dos casas y la ruptura de tubos del acueducto, por lo cual se inundaron algunos barrios.

Los sismos se sintieron en el noroeste y centro del país, pero únicamente causaron daños considerables en Bahía Solano. Entre el 26 y 27 de septiembre se registraron más de 15 réplicas con magnitudes mayores o iguales a 4 grados.

En la corteza terrestre hay zonas de fractura que son generadoras de sismos y que son conocidas como sistemas de fallas activas. En Colombia, estas zonas se ubican especialmente en las regiones Andina, Pacífico, Caribe y en el Borde Llanero-Amazónico.

En el caso de Bogotá, el registro histórico que tiene el Servicio Geológico de Colombia (SGC) da cuenta de la ocurrencia de siete sismos importantes en los últimos 379 años que han tenido efectos significativos en la ciudad.

Por otra parte, Colombia es un país en el que se pueden presentar hasta 2.500 sismos al mes. Incluso, hay un lugar en donde prácticamente ocurren sismos todos los días y representa el 60% de la sismicidad ocurrida en Colombia: el Nido Sísmico de Bucaramanga, ubicado en el departamento de Santander, debajo del municipio de Los Santos.

La temporada de lluvias acompañada de temblores presenta desafíos únicos para la seguridad de las viviendas. Expertos enfatizan en la importancia de preparar los hogares para evitar inundaciones y daños mayores, aplicando medidas específicas que pueden hacer una diferencia significativa ante estos eventos naturales concurrentes.

La mayor prioridad es garantizar que la estructura de la casa sea lo suficientemente resistente y que los sistemas de desagüe estén limpios y no obstruidos, asegurando así un flujo libre del agua hacia afuera de la propiedad.

Especialistas en la materia sugieren “revisar periódicamente el estado de los techos, ventanas y puertas para asegurar que no existan filtraciones,” lo que podría mitigar el riesgo de daños por agua en el interior de la casa durante una tempestad acompañada de un sismo. Además, es crucial “limpiar las canaletas y drenajes previo a la temporada de lluvias” para prevenir posibles obstrucciones que podrían causar inundaciones inesperadas. Estas precauciones pueden ser la diferencia entre pequeñas filtraciones y daños estructurales significativos.

Además de las medidas estructurales, es fundamental contar con un plan de emergencia familiar que incluya rutas de evacuación seguras y puntos de encuentro establecidos. “Es esencial que todos los miembros de la familia conozcan este plan y sepan cómo actuar en caso de emergencia,” destacan los expertos. La preparación incluye también tener a mano un kit de emergencia con artículos básicos como linternas, baterías, agua potable y alimentos no perecederos.

Para las casas ubicadas en zonas especialmente propensas a inundaciones, se recomienda la instalación de válvulas de retención en los sistemas de saneamiento para evitar el retorno de aguas residuales durante fuertes aguaceros. Asimismo, es aconsejable revisar la integridad de muros de contención y barreras físicas que puedan canalizar el agua lejos de las áreas habitables.

En caso de sismos, es crucial estar preparados para evitar y manejar posibles daños a las conexiones de agua y gas en el hogar, una medida fundamental para prevenir accidentes y garantizar la seguridad de los habitantes. La revisión periódica de estas instalaciones y contar con herramientas adecuadas para su cierre rápido son algunas de las recomendaciones brindadas por expertos en seguridad y prevención de desastres.

La atención se centra en la importancia de educar a todos los miembros del hogar sobre cómo actuar frente a una fuga de gas o una ruptura en la tubería de agua. Se sugiere la realización de simulacros que incluyan el cierre de válvulas de gas y la interrupción del suministro de agua como prácticas habituales. Además, se enfatiza el tener a mano números de emergencia y contactos de servicios de reparación inmediata para una actuación rápida en caso de necesidad.

Especialistas en la materia recomiendan la instalación de dispositivos automáticos que detectan movimientos sísmicos y cortan el suministro de gas para prevenir incendios. Asimismo, aconsejan fortalecer la infraestructura de las tuberías de agua y gas con sujeciones que puedan resistir los temblores, minimizando así los riesgos de daños severos.

En este contexto, se resalta la relevancia de la prevención y el mantenimiento preventivo de las conexiones de servicios básicos en los hogares. La adopción de estas medidas no solo salvaguarda la integridad física de las personas, sino que también protege el patrimonio y evita pérdidas económicas significativas causadas por siniestros post sismos.

Colombia se encuentra ubicada en el noroeste de América del Sur, una región caracterizada por su alta actividad sísmica. Esta actividad se debe principalmente a la interacción de varias placas tectónicas: la placa de Nazca, la placa Sudamericana y la placa del Caribe. Estas placas se desplazan y chocan entre sí, generando una considerable cantidad de movimientos telúricos.

La placa de Nazca, ubicada en el océano Pacífico, se mueve hacia el este, mientras que la placa Sudamericana se desplaza hacia el oeste, provocando subducción, que es el proceso por el cual una placa se desliza debajo de otra. Este fenómeno es especialmente intenso en las zonas de frontera entre estas placas, lo que resulta en frecuentes sismos de diversas magnitudes.

Además, Colombia cuenta con varias fallas geológicas importantes, como la falla de Romeral, la falla de Bucaramanga, y el sistema de fallas del Pacífico, las cuales son zonas de fractura en la corteza terrestre donde también se genera actividad sísmica.

La combinación de estas características geológicas hace que Colombia sea una zona propensa a experimentar sismos con relativa frecuencia. Estos eventos sísmicos son parte de la dinámica natural de la Tierra y no pueden ser evitados, pero el entendimiento de estos procesos ayuda en la preparación y respuesta ante posibles desastres.

Magnitud: 2.5

Hora Local: 2024-04-27 00:48:41

Latitud: 6.90°

Profundidad: 150 km

Longitud: -73.07°

Considerado un país de alto riesgo sísmico, Colombia es un país que se encuentra en el Cinturón de Fuego del Pacífico, una región que concentra el 75% de los volcanes que existen en el mundo y donde suceden aproximadamente el 80% de los temblores más fuertes a nivel mundial.

Además, se localiza en dos áreas de subducción importantes, por un lado tiene la placa de Nazca con la Sudamericana y ésta última que también choca con la placa del Caribe, lo que da paso a que tiemble de forma constante.

De esta manera, los departamentos de Nariño, Chocó, Caldas y Santander son los lugares en donde más tiembla.