Qué pasará con las lluvias en Colombia: este es el pronóstico de Max Henríquez, el meteorólogo con mayor reconocimiento en el país

De El Niño a La Niña, el país afrontará cambios dramáticos en el clima a partir de abril

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Los pronósticos de Henríquez suelen cumplirse a cabalidad - crédito Jesus Aviles
Los pronósticos de Henríquez suelen cumplirse a cabalidad - crédito Jesus Aviles

El fenómeno de El Niño, que el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) pronosticó hasta mediados de abril del 2024, parece estar llegando a su fin, luego de meses de sequía y de generar una situación de crisis por el nivel de los embalses que abastecen a Bogotá.

Así lo habría pronosticado la estrella de la meteorología en Colombia Max Henríquez. A través de sus redes sociales el experto en fenómenos climáticos bromeó al decir que en Bogotá y otras zonas del país “Seguimos con lluvias en todo el país. San Pedro abrió la llave”.

Henríquez pronostica lluvias para el resto del año - crédito Max Henríquez Daza
Henríquez pronostica lluvias para el resto del año - crédito Max Henríquez Daza

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Pues bien, este cambio dramático en el clima podría mantenerse el resto del año, al pasar de un prolongado fenómeno de El Niño, al fenómeno de La Niña, que se caracteriza por las fuertes lluvias, inundaciones y desbordamientos en los ríos.

“Después de la sequía vienen las lluvias. En lo que resta de 2024 nos esperan inundaciones por todos lados. Tendremos La Niña”, confirmó Henríquez, quien ha acertado los últimos días con sus pronósticos para el clima en Bogotá.

Los embalses necesitarían de cuatro a cinco meses lluviosos para superar la emergencia - crédito Max Henríquez Daza
Los embalses necesitarían de cuatro a cinco meses lluviosos para superar la emergencia - crédito Max Henríquez Daza

¿Cuánto debe llover en Bogotá para superar la crisis de los embalses?

Las recientes lluvias en Bogotá han suscitado preguntas sobre su efecto en los niveles de los embalses, particularmente en el Sistema Chingaza, que según ha informado la autoridad local, aún se encuentra en una situación crítica.

El llamado a más precipitaciones resuena tanto en la administración de la ciudad como entre los expertos climatológicos, como el meteorólogo Max Henríquez, quien ha expresado la necesidad de un periodo prolongado de lluvias para lograr una recuperación significativa de los embalses.

El análisis de Henríquez, proporcionado en una entrevista para El Tiempo, indica que serán necesarios de cuatro a cinco meses de precipitaciones sustanciales para observar una mejora en los niveles de agua de los embalses.

Esta perspectiva destaca el delicado equilibrio entre el consumo de agua y su reposición a través de la lluvia natural, un ciclo que actualmente enfrenta desafíos debido a la insuficiencia de lluvias. Además, se menciona la posibilidad de emplear técnicas de bombardeo de nubes como medida para asegurar un suministro de agua más estable a largo plazo, involucrando a especialistas locales y al Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) en el proceso.

La situación actual refleja la vulnerabilidad de Bogotá frente a variaciones climáticas y resalta la importancia de una gestión de recursos hídricos que pueda anticiparse a posibles crisis. Henríquez critica la recurrencia de este tipo de escenarios, especialmente en años afectados por el fenómeno del Niño, y sugiere una intervención más proactiva por parte de las autoridades para prevenir futuras emergencias.

La propuesta de bombardeo de nubes implicaría una estrategia innovadora en el manejo de la crisis hídrica, señalando la necesidad de adaptación ante los desafíos climáticos contemporáneos.

En resumen, la discusión en torno al estado de los embalses en Bogotá y la búsqueda de soluciones a largo plazo pone de manifiesto la conexión entre el cambio climático, la gestión de recursos naturales y las políticas públicas. La ciudad enfrenta el reto no solo de superar el déficit actual de agua, sino también de implementar estrategias sostenibles que aseguren su resiliencia frente a eventos climáticos adversos en el futuro.

Recomendaciones para estar preparados ante un eventual fenómeno La Niña, según información de CorpoBoyacá:

  • No arrojar basuras a los canales y drenajes urbanos
  • Estar atentos a las alertas tempranas
  • Alejarse de ríos y quebradas que han presentado eventos torrenciales
  • Monitoreo de zonas inestables en sitios residenciales

Recomendaciones a entidades de servicios públicos, de aseo, acueducto, alcantarillado y alcaldías, según información disponible en el sitio web de la entidad:

  • Revisar y actualizar sus planes de contingencia sectoriales
  • Realizar limpiezas preventivas de la infraestructura del alcantarillado pluvial
  • Limpiar los drenajes urbanos
  • Monitorear y realizar intervenciones en las zonas inestables que pueden afectar la infraestructura
  • Llevar a cabo campañas orientadas al adecuado manejo y disposición de residuos sólidos, para que las comunidades no arrojen basuras directamente a los canales y drenajes urbanos
  • Estar atentos y observar permanentemente los pronósticos elaborados por el IDEAM
  • Activar y participar en los Comités Locales de Gestión del Riesgo de Desastres en los municipios.