Colombiana recorrió seis países de Suramérica en motocicleta: reveló cuánto dinero le costó todo el viaje

Natalia Varela no tuvo ningún impedimento para iniciar su viaje sola y recorrer parte de Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Argentina y Chile

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Natalia Varela pasó por Colombia, Perú, Bolivia, Chile y Argentina, en motocicleta - crédito Colprensa
Natalia Varela pasó por Colombia, Perú, Bolivia, Chile y Argentina, en motocicleta - crédito Colprensa

Una valiente. Así se considera Natalia Varela, una mujer de 31 años que no le pone límites a su vida, a pesar del miedo que le pueda generar algunas de sus ‘descabelladas’ ideas.

La colombiana, nacida en Villapinzón (Cundinamarca), le sacó el máximo provechó a sus vacaciones para viajar y conocer seis países (Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Argentina y Chile) en motocicleta y completamente sola.

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La mujer arrancó en su motocicleta Pulsar NS200, el 26 de diciembre de 2023, con destino final a Chile y regresó el 31 de enero de 2024. Gastó 80 galones de gasolina que hizo parte del costo total del viaje, un aproximado de $5.500.000. El recorrido le permitió captar los mejores paisajes de cada país que visitó.

“Llantas nuevas, kit de arrastre nuevo y cambié aceite. Tuvimos que cambiar el árbol de levas. Se me fue más o menos un millón de pesos”, dijo la mujer, en entrevista con Noticias Caracol, quien agregó que recorrió en total 12.272 kilómetros en una motocicleta que ella reconoce que es pequeña para semejante viaje.

La mujer gastó 80 galones de gasolina durante su largo viaje por Suramérica - crédito Andrew Kelly/ REUTERS
La mujer gastó 80 galones de gasolina durante su largo viaje por Suramérica - crédito Andrew Kelly/ REUTERS

“Manejar la moto así era para mí un poco complicado porque, a pesar de que es una moto pequeña para un viaje tan largo, porque con todas las personas con las que me encontré iban en motos 800, 400, 1200, mi moto era la más pequeña y la gente se asombraba. Es una moto muy versátil que me dejó ir sin mayor complicación hasta tan lejos”, complementó la mujer al medio mencionado.

Adicionalmente, Varela, quien es madre de una niña de 6 años, recordó sus paradas más memorables: “En Ecuador, fui a Baños de Agua Santa, a El Pailón del Diablo, es una cascada inmensa, tú sientes la fuerza con la que cae el agua, el ruido y es tanta la ingeniería que hicieron un camino de piedra, o sea, había balcones y tú tienes la oportunidad de meterte debajo de la cascada”, dijo.

Varela llegó hasta Machu Pichu (Perú) en su Pulsar NS200- crédito Paula Bayarte/EFE
Varela llegó hasta Machu Pichu (Perú) en su Pulsar NS200- crédito Paula Bayarte/EFE

Añadió que Machu Pichu fue el lugar más encantador de Perú: “Sin duda yo me quedo con Machu Picchu, pero no solamente por el hecho del lugar como tal, sino de todo el sacrificio que uno tiene que hacer para llegar allá”.

De Bolivia recordó el Salar de Uyuni, considerado como el mayor desierto de sal continuo y alto del mundo; mientras que de Chile y Argentina solo recorrió parte del norte: “Bolivia, sin duda, el Salar de Uyuni, es el salar más grande del mundo. Argentina no lo recorrí mucho, solamente estuve en el norte de Argentina y en el norte de Chile, pero el paisaje de Argentina es muy bonito, el cañón, las pampas, todos los animales que tú ves que se atraviesan, las vicuñas. Tú vas andando y las vicuñas se atraviesan por la carretera”.

Natalia Varela sufrió una fuerte caída en Salar de Uyuni (Bolivia) - crédito EFE/Martín Alipaz
Natalia Varela sufrió una fuerte caída en Salar de Uyuni (Bolivia) - crédito EFE/Martín Alipaz

En medio del intercambio cultural, hubo una anécdota que recordó durante la entrevista. Contó que sufrió una estrepitosa caída, precisamente en Salar de Uyuni, donde se quedó prácticamente con la moto encima durante más de 30 minutos, sin que nadie la ayudara.

“Se me cayó la moto y pues por el peso no podía levantarla, estuve más o menos una media hora allí, pasaban carros, pasaban camionetas, pasaban motos y ninguno me ayudaba. Finalmente pasó un señor en un carro y paró a ayudarme, pero no era boliviano, era brasileño”, relató la mujer al medio citado.

De acuerdo con una de las creencias en Bolivia, que una persona sufra una caída o percance, es porque se lo merecía y por eso no debe recibir ayuda de nadie, porque la maldición le cae también - crédito Juan Karita / AP
De acuerdo con una de las creencias en Bolivia, que una persona sufra una caída o percance, es porque se lo merecía y por eso no debe recibir ayuda de nadie, porque la maldición le cae también - crédito Juan Karita / AP

Varela se sorprendió ya estando en el hotel, donde le contó a la dueña lo que le había ocurrido: “Cuando yo llegué al hotel donde me estaba quedando esa noche le conté a la dueña del hotel y ella me dijo: ‘Lo que pasa es que nosotros creemos que si a ti te pasa algo malo es porque te lo mereces, porque algo malo hiciste, y es la forma como la naturaleza te lo está cobrando. Si nosotros te ayudamos nos va a pasar lo mismo, entonces si yo veo que tú te caíste y te ayudo, más adelante yo también me voy a caer’”.

Por último, la mujer admitió que el hecho de viajar sola le generó miedo, sin embargo, se dio cuenta que por el hecho de ser mujer “es muchísimo más fácil viajar por lo mismo -no debería ser así- porque todo el mundo lo ve a uno vulnerable, como frágil y entonces todo el mundo lo quiere ayudar a uno. Venga yo le doy de comer, venga yo la llevo, venga yo le cambio el aceite, venga yo le hago”.