De limpiar carros a distribuir alimentos en dos estados: pareja de colombianos revela cómo alcanzó el sueño americano

Con productos típicos de la gastronomía colombiana lograron ampliar su clientela y están a punto de abrir su primer local

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Empezaron con tamales y sigue siendo su producto estrella - crédito Freepik
Empezaron con tamales y sigue siendo su producto estrella - crédito Freepik

Más de 130 mil colombianos migraron hacia Estados Unidos en 2023, con la esperanza de rehacer sus vidas, escapar de la violencia y ayudar a su familia, con el envío dinero desde el exterior (remesas).

Con esa idea en la cabeza, Leonardo, Valentina e Isaac decidieron compartir su historia a través de las redes sociales, en donde han registrado todo su proceso desde que salieron del país.

“Somos una familia emprendiendo en Estados Unidos: Leonardo, Valentina e Isaac. Hace dos años tomamos rumbo. Salimos de Colombia y llegamos a la ciudad de Chicago a vivir el sueño americano como toda la gente. Trabajamos en cualquier cosa que nos pusieran, quitando nieve, en construcción y empresas varias. No teníamos impedimento para trabajar”, detalló Leonardo en un video que está a punto de alcanzar las quinientas mil interacciones.

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Según explicó Leonardo “no teníamos tiempo para nuestro pequeñito y por eso decidimos emprender. Empezamos con un proyecto de lavado de carros, ese fue nuestro primer proyecto en la ciudad de Chicago. Nos fue muy bien en verano, pero en invierno cayó un poco la producción. Entonces nos dedicamos a vender comida y así fue como empezamos. Nuestra primera venta fueron las arepas rellenas, muy famosas en Colombia. Además, me dediqué a registrar todo lo que íbamos haciendo en redes sociales, para mostrarle a la gente”.

Desde cero y sin saber cocinar, lograron construir un imperio gastronómico - crédito @tehablaleo / TikTok

Su segundo emprendimiento, sin importar la época o estación del año, tomó vuelo, y fue entonces cuando decidieron meterse de lleno a la cocina para construir un escalera que los llevara a alcanzar sus sueños.

“Así empezamos a agarrar cliente y decidimos que podíamos vender otro producto que no se conseguía acá: el tamal colombiano. Todo lo fabricábamos desde cero, en la casa. Llevábamos a domicilio o también la gente pasaba por nuestra casa. Todo en la ciudad en Chicago. Fue muy duro para nosotros, dado que nuca habíamos hecho tamales, pero ya teníamos tiempo para pasar con el niño y sí, no nos quedamos ahí. El tercer producto que sacamos a la venta en Chicago fue el salchipapa colombiano, que empezamos a hacer cada fin de semana. De viernes a domingo”.

Sus limitaciones en la cocina, sin embargo, no fueron impedimento para que lograran imitar a la perfección el sazón colombiano y enamoraran a nacionales y locales de lo que más extrañaban de su tierra.

“Yo ya había dejado mis trabajos convencionales, pero mi esposa seguía trabajando en una compañía entre semana. Así que era el fin de semana cuando nos dedicábamos a vender productos colombianos a las personas que veía nuestros videos, y algo muy bueno es que ya teníamos bastante tiempo para pasarlo con nuestro hijo, y la ilusión de que ella saliera de su empresa para dedicarnos 100% al negocio”, celebró Leonardo, aunque la suya, al igual que la de sus clientes, era un hambre voraz.

“Así empezamos agarrando clientela y metiendo otros productos al negocio. Cada fin de semana cambiábamos los productos. Un fin de semana vendíamos ensaladas de fruta, otro fin de semana tamales y otro fin de semana salchipapas y así. En los grupos de colombianos, las empresas en las que habíamos trabajado, amigos, conocidos, al mecánico, al que nos lavaba el carro, mejor dicho a todo el mundo le ofrecíamos nuestros productos”.

Su clientela se ha extendido por dos estados en cuestión de meses - crédito @tehablaleo / TikTok
Su clientela se ha extendido por dos estados en cuestión de meses - crédito @tehablaleo / TikTok

Nadie parecía quedarse por fuera, pero entonces, empezaron a ver potencial en otras ciudades en las que la comunidad latina tiene gran presencia:

“Además íbamos contado por las redes sociales que era lo que estábamos vendiendo y de allí también sacábamos mucha clientela, llegando incluso a surtir a toda una empresa. Pero de todo esto que veníamos haciendo, un producto le gusto mucho a la gente: el tamal colombiano, así que tomamos la decisión dé viajar por los estados unidos vendiendo nuestros tamales”.

Mientras Valentina se quedó en casa para trabajar y seguir vendiendo los fines de semana el emprendió un viaje hacia el sur y allí logró ampliar su imperio de las salchipapas, tamales y ensaladas de fruta, tan típicas de Colombia:

“Viaje mas de 900 millas para ofrecer mis tamales, dese Chicago a Orlando, Florida. Y ese fue nuestro primer viaje, solo para ofrecer tamales colombianos. Los fabricamos en la casa de un familiar y salimos a vender en el carro. Así fue como empezamos con Orlando, pero no nos quedamos allí. Visitamos maás ciudades”

Esa es su promesa “seguir la ruta tamalera”, visitando ciudades en un solo estado, mientras venden en Chicago cada fin de semana y siguen su trabajo en las redes sociales, inspirando a otros migrantes a emprender en los Estados Unidos y juntando el dinero suficiente para montar su primer local.