Todo lo que necesitas saber para crear una exitosa marca personal de moda

Por 1 Granary

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Este artículo fue publicado originalmente en i-D UK.

¿Cómo puedes prepararte para tener una oportunidad de éxito comercial después de graduarte en una escuela de moda? Probablemente habrás aprendido todos los aspectos técnicos del diseño y habrás perfeccionado tu visión creativa, pero incluso aunque te creas un pez gordo a estas alturas, estás en una pequeña piscina llena de tiburones.

Especialmente si tienes en cuenta que encontrar un showroom, contactar con compradores y elegir el lugar adecuado donde abrir tu establecimiento no son temas que se traten muy a menudo en la escuela de moda. Para ayudar a los jóvenes diseñadores a enfrentarse a estas cuestiones del mundo real, 1 Granary organizó una serie de charlas en Sarabande, la fundación de Lee Alexander McQueen. El pasado mes de julio invitaron al fundador del showroom situado en París Not Summer para que compartiera sus conocimientos sobre la vida de un responsable de compras.

Crear una marca nada más salir de la escuela de diseño puede parecer como saltar al corazón de un mundo muy caro y totalmente desconocido. En las principales capitales de la moda, el ritmo de producción y el consumo de imágenes, ideas y prendas no para de acelerar, lo que deja muy poco espacio para pararse a reflexionar. Acercarse a las personas que ya están establecidas en la industria parece imposible y es posible que internet ―ya sea a través de Instagram o Facebook― no sea suficiente para irrumpir en la industria por nuestra cuenta.

No basta con ser el mejor a nivel creativo, ni con ser el que tiene la mente más comercial, porque cuando empiezas necesitas ambas facetas. Rouse explicó: "Hay que pensar de forma realmente estratégica. No de un modo que inhiba la creatividad, sino de una forma que la fomente. Si no hay dinero, es preciso ser muy creativo a nivel empresarial para poder sacar un producto al mercado que la gente desee comprar". El pensamiento y la planificación estratégicos son elementos cruciales para sacar tu trabajo adelante con éxito. "En primer lugar piensa: ¿tengo un producto viable en términos de planificación de gama, precio y diferenciación del resto?". Rouse invita a los diseñadores a hacerse un buen número de preguntas antes de considerar siquiera empezar a diseñar. "¿Dispongo de los medios humanos y económicos para producirlo? Y en tercer lugar: ¿cuento con algún tipo de estrategia o intencionalidad para sacar adelante el negocio?".

Hay que pensar de forma realmente estratégica. No de un modo que inhiba la creatividad, sino de una forma que la fomente. Si no hay dinero, es preciso ser muy creativo a nivel empresarial para poder sacar un producto al mercado que la gente desee comprar.

Una de las primeras y más importantes cosas a tener en cuenta es crear un producto que despierte entre el público el deseo de comprarlo. "Lo que he aprendido en este par de años es que no puedo garantizar una venta. Lo que sí puedo garantizar es el compromiso", dijo Rouse. "De modo que mi trabajo consiste en situar a la gente frente a la marca y conseguir que vibren con el producto y su historia". En este sentido, más que centrarse en las ventas es fundamental que los diseñadores creen productos que emocionen a la gente y que piensen detenidamente para quién están diseñando, dónde están esas personas y qué cosas les interesan. Con demasiada frecuencia los jóvenes diseñadores carecen de esta mentalidad, según Rouse. "Creo que hay una enorme desconexión como diseñadores, como propietarios de marcas y como agentes de showrooms, entre el usuario final real y el desarrollador". La persona que crea o vende la prenda a menudo no se identifica con la que la lleva y mucho menos es quien la lleva.

Sin embargo, perfeccionar tu producto no es ni siquiera la mitad del trabajo que deberás hacer. Encontrar a alguien dispuesto a representar a tu marca y venderla en su tienda es el siguiente paso. Philip admitió: "Resulta difícil porque hay demasiadas marcas y demasiados productos en el mundo. Si el comprador con el que tratas de contactar trabaja en unos grandes almacenes, estará viajando el 80 por ciento del tiempo y la cantidad de emails que recibe la gente en un día es de locos. He oído a un responsable de compras decir que si ve que un email lleva un archivo adjunto, directamente lo borra porque sencillamente no tiene tiempo". Así pues, los diseñadores deben pensar en un método único si quieren destacar entre la multitud y captar la atención de la industria. Philip Rouse sugirió simplemente "exponer tu trabajo como si trataras de conseguir un empleo o un apartamento nuevo. Creo que llegarás mucho más lejos si consideras tu marca y la gestionas como buscarías un apartamento de alquiler". También destacó la importancia de tomar la iniciativa: "Yo todavía tengo la idea romántica de ser realmente capaz de conectar con la gente a nivel personal y siendo como una especie de viajante de negocios, he hablado antes con otras personas sobre este tema. Reserva parte de tu presupuesto para salir, visitar tiendas, viajar y ver cosas".

Hay un montón de formas de crear tu colección con un presupuesto ajustado, pero no hay forma de crear una producción sin presupuesto. No podemos escapar al hecho de que el crecimiento cuesta dinero.

Salir es fundamental. Muchos diseñadores pueden señalar las tiendas de sus sueños y saber exactamente dónde les gustaría vender sus colecciones, pero en realidad es preciso que haya una fuerte visión tras el modo en que sus diseños realmente encajan en ese espacio. Por eso es importante ir a visitar la tienda o el showroom, observar y comprender al cliente. "Cuando hablo con el diseñador normalmente tiendo a preguntarle cuáles son las referencias y el posicionamiento en términos de práctica estética, porque les anima a pensar en el modo en que otras personas lo están haciendo y pueden elegir entre los distintos modos en que los demás actúan".

No menos pertinente, pero a un nivel más personal, Philip Rouse hizo hincapié en la importancia de que los diseñadores construyan relaciones positivas con su equipo. Parece que, después de todo, no siempre todo gira en torno a las cifras. Desde el punto de vista de un responsable de compras o un profesional de las ventas, esto puede determinar si haces negocios o no. "Si no te emociona tu entorno y no te entusiasman las personas con las que interactúas, no importa lo más mínimo cuánto mole tu marca", explicó Rouse. "Y creo que si dejo de trabajar con una marca, en realidad es más una cuestión de relaciones que de mal funcionamiento de la marca".

A fin de cuentas, las relaciones personales y las emociones reales parecían importar más que cualquier otra cosa. Puede que la industria de la moda proyecte una imagen de glamour, pero la realidad de crear tu propia marca a menudo es más desoladora. Rouse destacó la importancia de que te des cuenta de dónde te estás metiendo y de que tomes una decisión consciente. "Hay un montón de formas de crear tu colección con un presupuesto ajustado, pero no hay forma de crear una producción sin presupuesto. No podemos escapar al hecho de que el crecimiento cuesta dinero. Puedes llevar cinco años en tu negocio y pensar, '¡estoy obteniendo beneficios!'. Pero piensa, ¿recibes un salario, vives la vida que habías imaginado y estás pagando a tu equipo?" De este modo, aconsejó a los jóvenes diseñadores que priorizaran un sentimiento por encima de todo: su propia felicidad personal.

Publicado originalmente en VICE.com