La UE descartó el envío de tropas a Ucrania, aunque reconoció que Rusia es “una amenaza existencial” para Europa

El Alto Representante del bloque, Josep Borrell, afirmó que Occidente no enviará soldados para la guerra ucraniana contra el Kremlin, “por mucho que dijera” el presidente de Francia, Emmanuel Macron

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El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, en una fotografía de archivo. EFE/Ronald Wittek
El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, en una fotografía de archivo. EFE/Ronald Wittek

El Alto Representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, afirmó que Occidente no envió tropas a Ucrania para apoyar a su Ejército en la guerra contra Rusia, “por mucho que dijera” el presidente galo, Emmanuel Macron, que habría que pensarlo, quien en anteriores ocasiones había deslizado esta posibilidad.

Borrell insistió en la necesidad de “seguir defendiendo a Ucrania”, aunque descartó la posibilidad del envío de militares occidentales al frente. “Ni los enviamos ni los vamos a enviar”, manifestó el máximo representante de la diplomacia comunitaria durante la presentación de su libro ‘Europa, entre dos guerras’ en la sede de la Representación de la Comisión Europea en España.

Sin embargo, Borrell sí valoró que las potencias occidentales, especialmente los países de la Unión Europea, empezaron a suministrar cascos a las Fuerzas Armadas ucranianas y ahora, meses después del estallido de la guerra, varias potencias se comprometieron a entregar aviones de combate F-16.

“En Ucrania, la guerra continuaba, y iba a continuar. No iba a parar a corto plazo (...) Iba a continuar mientras Ucrania se defendiera”, manifestó Borrell, quien insistió en que Rusia no solo tenía el objetivo de “apoderarse de provincias en el Donbás y mantener Crimea”, sino de “cambiar la situación política en Ucrania” y cambiar su Gobierno hacia uno más afín, como en Bielorrusia.

Así las cosas, el Alto Representante reconoció que Rusia era “una amenaza existencial para Europa”, aunque no todos los Estados miembros de la UE lo pensaban así. “Era una realidad, había algunos, no muchos”, señaló un Borrell que insistió en que la UE “corría el riesgo de perder eficacia” a medida que más países ingresaban en el bloque.

El soldado ucraniano Andrii, izquierda, de las Fuerzas de Asalto Aéreo de la 148a. brigada especial de artillería, envía coordenadas recibidas a un dron Furia en el frente de batalla, en la región de Donetsk, Ucrania, el jueves 9 de mayo de 2024. (AP Foto/Evgeniy Maloletka)
El soldado ucraniano Andrii, izquierda, de las Fuerzas de Asalto Aéreo de la 148a. brigada especial de artillería, envía coordenadas recibidas a un dron Furia en el frente de batalla, en la región de Donetsk, Ucrania, el jueves 9 de mayo de 2024. (AP Foto/Evgeniy Maloletka)

En este punto señaló que la posibilidad de crear un ejército comunitario era “una entelequia”, pero abogó por el hecho de que los Estados miembros colaboraran a nivel de Defensa de forma “compatible y compartible”. “La guerra en Ucrania había acelerado propuestas así, le habíamos visto las orejas al lobo”, añadió.

Así las cosas, Borrell confesó que, a su parecer, esos dos años desde el estallido de la guerra en Ucrania habían demostrado que la Alianza Atlántica era “la única alternativa”, y que Europa “no debía estar tan pendiente de lo que votaban” los estadounidenses cada cuatro años.

Guerra en Gaza

Respecto a la guerra en la Franja de Gaza entre el Ejército israelí y Hamas, Borrell denunció el ataque del grupo terrorista a comienzos de octubre, que se cobró la vida de casi 1.200 personas, pero también incidió en la “sobrerreacción de Israel en su legítimo derecho a la defensa”.

Había que seguir haciendo presión diplomática de forma que la guerra no produjera tantas víctimas civiles”, manifestó Borrell, trasladando así cuál era el punto de vista de la Unión Europea respecto a una guerra en Oriente Próximo que ya había dejado más de 34.000 fallecidos en Gaza. “Sin duda que había muchos muertos”, lamentó.

Sin embargo, Borrell se mostró sorprendido de la duración de la guerra en Gaza, pues los anteriores conflictos en la región “no habían durado tanto”. Así, recalcó la importancia de Estados Unidos a la hora de “influir” sobre Israel para poder poner fin a las hostilidades.

A la hora de hablar de este tipo de influencias, el representante de la diplomacia comunitaria señaló que la reciente decisión del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de suspender los envíos de armamento si Israel invadía Rafá, era una política que iba “en esa dirección”.

“Biden iba en esa dirección, pero estábamos muy lejos de que Israel no pudiera hacer lo que hacía por falta de medios porque el mundo occidental se lo seguía suministrando”, señaló Borrell, a la par que advirtió de que la ofensiva sobre Rafá, según expertos, “podía durar meses” e Israel iba a “arrasar cuadrícula por cuadrícula”.

(Con información de Europa Press)