Ante los últimos escandalosos casos, los países europeos se ven ahora obligados a hacerle frente al espionaje chino

El régimen chino está en la mira de las agencias internacionales por múltiples interferencias y hackeos.

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El jefe del régimen chino, Xi Jinping, duranet un encuentro con el mandatario serbio Aleksandar Vucic en el segundo día de visita al país (Reuters)
El jefe del régimen chino, Xi Jinping, duranet un encuentro con el mandatario serbio Aleksandar Vucic en el segundo día de visita al país (Reuters)

Autoridades en toda Europa afrontan un creciente número de denuncias relacionadas con el espionaje chino, en un contexto marcado por la reciente visita del jefe del régimen chino, Xi Jinping, a Serbia, como parte de su gira europea. Estos incidentes incluyen desde la vulneración de los registros salariales del ejército británico -un acto atribuido a actores malignos vinculados con China según reveló el primer ministro del Reino UnidoRishi Sunak- hasta la detención en Alemania de tres ciudadanos bajo sospecha de intentar transferir información sobre tecnología sensible hacia China.

Expertos consultados por The Guardian indican que este aumento en las arrestos y las investigaciones señala un cambio de percepción en el continente respecto a las amenazas provenientes de China, destacando una preocupación prolongada pero previamente menos confrontada debido a las interdependencias de mercado y lazos de suministro con el gigante asiático.

Este cambio de actitud hacia el espionaje chino en Europa se ve reflejado en el análisis de casos específicos de espionaje y actividades en la “zona gris”, como la influencia y la represión transnacional. Por ejemplo, la detención de Jian G., quien trabajaba para un eurodiputado de la ultraderecha alemana, Maximilian Krah del partido Alternativa para Alemania (AfD), y la investigación en Bélgica sobre el político de ultraderecha Frank Creyelman, señalado por medios como el Financial Times, Der Spiegel y Le Monde de haber sido utilizado como un activo de inteligencia china durante varios años.

Estas medidas son vistas como señales de una mayor disposición europea para enfrentar las actividades encubiertas de China, a pesar de los retos que esto representa. Martin Thorley, analista de la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional, afirma: “Gran parte de esta actividad viene de lejos. Ahora los países se han visto obligados a afrontarla, a pesar de lo desagradable que resulta hacerlo al mismo tiempo que se tienen dependencias de mercado, vínculos con la cadena de suministro, etc. en China. Esto ha estado presente durante un tiempo y se ha dejado pasar demasiado”.

Las operaciones de influencia china en Europa no solo buscan recolectar información sobre industrias sensibles y moldear tendencias políticas y económicas, sino también monitorear y controlar las poblaciones diaspóricas, especialmente grupos minoritarios como tibetanos, uigures y hongkoneses.

Estos esfuerzos detallados buscan disuadir la crítica y cooptar individuos cuando sea ventajoso, planteando una doble amenaza de xenofobia y de ser objetivos del estado-partido chino. Autoridades, incluido Kiesewetter, un parlamentario alemán, han señalado la importancia de proteger a estos grupos de la insecuridad generada por las tácticas intimidatorias de China en suelo europeo.

La inteligencia china, tradicionalmente manejada por el Ministerio de Seguridad del Estado (MSS), ha incrementado su visibilidad y operaciones en los últimos tiempos, llegando a publicar actividades en su cuenta de WeChat y acusar a servicios extranjeros como el MI6 de espionaje.

Además, existe una “red latente” de empresas y organizaciones privadas en el Reino Unido y otros países que promueven los intereses del Partido Comunista Chino, mostrando la complejidad y el alcance asimétrico de las operaciones chinas en Europa y el desafío que representan para la detección y contrarrestación por parte de las autoridades europeas.

Esta desconfianza europea hacia el régimen de Beijing no es exclusiva. En los últimos seis años los apoyos a China se han reducido, de acuerdo a una encuesta publicada por Gallup este lunes 6 de mayo y que reprodujo Infobae. En 2018, 54 países se encontraban alineados -con menor o mayor grado de compromiso- con BeijingEn 2023 ese número había bajado a 22 naciones. Esta debe ser la principal preocupación de Xi.

Ciberataque a militares británicos

China es señalada como responsable de un ciberataque que comprometió los nombres y datos bancarios de miles de soldados, marineros y pilotos británicos, según fuentes gubernamentales. Los piratas informáticos accedieron a un sistema de nómina utilizado por el personal del servicio armado y algunos veteranos, que contenía información sensible, como nombres, datos bancarios y posiblemente direcciones.

El diario The Times dijo que se estima que aproximadamente 270,000 miembros del personal militar se vieron afectados, incluidos regulares, reservistas y veteranos recientes, pero no así los miembros de las fuerzas especiales, que utilizan un sistema diferente. Aunque se cree que China accedió a los datos, no se descargaron.

El ataque, descubierto recientemente pero que se cree ocurrió hace semanas, llevó a las autoridades a aconsejar a las tropas registrarse en un servicio de datos para verificar si su información ha sido publicada en la web oscura, comentó el medio.

A pesar de la gravedad del incidente, se asegura que los miembros de las fuerzas armadas recibirán su salario como de costumbre el próximo mes. “Nadie se quedará sin dinero”, afirmó una fuente de la defensa.