Cómo los gánsteres de los Balcanes se convirtieron en los principales proveedores de cocaína de Europa

La creciente influencia de este grupo delictivo en el tráfico devela una red compleja y peligrosamente eficiente, con profundas implicaciones en la seguridad y la economía global

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 Varios agentes de policía muestran el alijo incautado en un operativo contra el tráfico de drogas en el Complejo Policial de Canillas, a 12 de diciembre de 2023, en Madrid (España). Durante el operativo se han detenido a 20 personas pertenecientes a organizaciones criminales de origen balcánico dedicadas al narcotráfico.  (Europa Press)
Varios agentes de policía muestran el alijo incautado en un operativo contra el tráfico de drogas en el Complejo Policial de Canillas, a 12 de diciembre de 2023, en Madrid (España). Durante el operativo se han detenido a 20 personas pertenecientes a organizaciones criminales de origen balcánico dedicadas al narcotráfico. (Europa Press)

La expansión de los gánsteres de los Balcanes en el mercado europeo de la cocaína ha alcanzado niveles sin precedentes, convirtiéndose en un fenómeno complejo con ramificaciones globales. La captura de Slobodan Kostovski, un traficante serbio apodado “el General”, en Belgrado por transportar 2,7 toneladas métricas de cocaína desde Brasil, es solo la punta del iceberg de una operación mucho más amplia y sofisticada que vincula a los Balcanes con los centros de producción de cocaína en Sudamérica.

La historia de este grupo delictivo se remonta a la desintegración de Yugoslavia en 1991. La subsiguiente década de conflictos proporcionó el caldo de cultivo ideal para el desarrollo de redes de contrabando y, con el establecimiento de la paz en los Balcanes a principios de los 2000, muchos buscaban expandir sus operaciones hacia nuevos horizontes, encontrando en América Latina el socio perfecto.

En este contexto, forjaron alianzas con organizaciones criminales como las FARC en Colombia y el Primer Comando Capital en Brasil, lo que les permitió acceder a cocaína a bajo costo y organizar su distribución a Europa. Estos lazos transatlánticos se han fortalecido con el tiempo, con más de 50 células balcánicas operando en toda América Latina, según informes de Europol.

La operación del carguero MSC Gayane en 2019, donde se incautaron 18 toneladas métricas de cocaína destinadas a Rotterdam, es un ejemplo dramático de la profundidad de la infiltración balcánica en el transporte marítimo internacional, una industria vital para el comercio global, pero también un vector crítico en la cadena de suministro de narcóticos.

El cargamento descubierto reveló la significativa influencia de los carteles balcánicos dentro de empresas de renombre en el transporte marítimo, en particular la Mediterranean Shipping Company (MSC), con sede en Ginebra y conocida por ser la mayor naviera del mundo además de principal empleadora de marineros procedentes de los Balcanes. MSC, a través de un comunicado a Reuters, enfatizó que el contrabando de cocaína representa un desafío que exige una solución integral por parte de toda la industria marítima, lo que reconoció implícitamente la complejidad del problema al que se enfrenta.

Los delincuentes balcánicos han aprovechado la ubicación estratégica de su región y las crisis políticas y sociales para edificar uno de los corredores más eficientes de tráfico de cocaína hacia Europa. La adaptabilidad y movilidad de estas redes, que operan en pequeñas células capaces de trasladar grandes cantidades de droga a través de diversas rutas, les han permitido eludir las estrategias de control tradicionales y establecerse como actores dominantes en el narcotráfico.

11 toneladas de cocaína incautadas en España confirman el auge de redes albanesas en Colombia y Ecuador. Policía comenzando el operativo. (Europa Press)
11 toneladas de cocaína incautadas en España confirman el auge de redes albanesas en Colombia y Ecuador. Policía comenzando el operativo. (Europa Press)

El año pasado, la incautación de 9.11 toneladas métricas de cocaína en aguas del Atlántico y la confiscación récord de 116 toneladas métricas en el puerto de Amberes por autoridades belgas, así como casi 60 toneladas métricas por parte de las aduanas neerlandesas, subrayan la magnitud del problema. Estas cifras revelan la creciente demanda de cocaína en Europa y la capacidad de los traficantes balcánicos de alimentar este mercado.

El cartel de los Balcanes incrementa su dominio en el tráfico de cocaína hacia Europa, según revelan investigaciones recientes que destacan un crecimiento sin precedentes en las incautaciones de esta droga. Ivo Silva, un detective de la policía federal brasileña, destacó a Reuters la predominancia de este grupo en el suministro de narcóticos al continente europeo.

A diferencia de los tradicionales cárteles de México y Colombia, las organizaciones criminales balcánicas optan por una estrategia de células pequeñas y móviles, lo cual dificulta su detección y desmantelamiento. Esta metodología ha permitido un aumento vertiginoso en la cantidad de cocaína que llega a Europa, marcando un récord de incautaciones que evidencian la expansiva red de distribución balcánica.

Los esfuerzos conjuntos de agencias antinarcóticos europeas y estadounidenses, como el Centro de Operaciones y Análisis Marítimos, han logrado identificar un aumento del 300% en las capturas vinculadas a este cartel desde 2015.

(Con información de Reuters)